Es jodida la vida.
La vida es jodida.
Cuando todo parece ir con el viento en la popa...
Cuando la sonrisa parece aflorar en todos los labios...
Cuando la esperanza parece teñir cada una de las palabras...
Aparece, sucede, ocurre algo que enturbia las miradas, entristece la existencia...
Tal vez lo dijo Abderraman III, tal vez no, pero la felicidad le acompañó doce días en su vida y ni siquiera fueron seguidos.
Abderraman III
"En el transcurso de su califato, Abd ar-Rahman III no sólo convirtió Córdoba en el centro neurálgico de un nuevo imperio musulmán en Occidente, sino que hizo de ella la principal ciudad de Europa, rivalizando a lo largo de más de un siglo (929-1031) con Bagdad, la capital del califato abasí, en poder, prestigio, esplendor y cultura.
Fue un gran impulsor de la cultura y durante su mandato Córdoba conoció su período de mayor esplendor. El califa omeya embelleció Córdoba, empedró e iluminó las calles, dotó la ciudad de numerosos baños públicos y de cerca de setenta bibliotecas para disfrute de sus más de 350.000 habitantes, fundó una universidad, una escuela de medicina y otra de traductores del griego y del hebreo al árabe, hizo erigir un nuevo alminar en la Gran Mezquita y, en las afueras de la urbe, en las faldas de Sierra Morena, ordenó construir la extraordinaria ciudad palatina de Madinat al-Zahra, de la que hizo su residencia hasta su muerte."
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