08 junio 2006

El día después de... (Divagación)

Bueno, como he tenido un día ajetreadillo y me he colgado bastante del teléfono (por la boca muere el pez), casi no había podido mirar los blogs de mis amigos de la Red. Por eso, esta tarde, después de estudiar Lengua con mi hijo pequeño y también aprovechando un par de pausas mientras hacíamos sintaxis (cada día sé menos), me he dado una vuelta por sus maravillosas páginas electrónicas.
¡Vaya lo que se esmeran mis blogueros preferidos!
¡Qué envidia!
Y yo aquí sin ideas que llevarme al teclado. No si me estará entrando la pájara y tendré que tomarme un descanso de unos cuantos meses como siga en este plan.
Pues este post iba del “día después de…” porque ayer con tanta bestia casi no me dio tiempo a disfrutar con los cumpleaños de dos amigas (felicidades de nuevo por si os asomáis por aquí) ni con la vuelta al ruedo cibernético de Pepetxu (me avisó Marta que estaba cansada de mis lloriqueos). Esta vuelta ha sido agraciada con un post que merece la pena visitar (“Erase una vez”). Me han dado ganas de sustraerle las fotos y hacer una encuesta sobre cual de los personajes que aparecen merecía mayor puntuación en el concurso de la “bestia”. Después me he arrepentido porque no se debe jugar con algunas cosas que haberlas "hailas".
Hablando de Marta y como le debía unas cuantas visitas, me he acercado a su página (“Recién casada y más cosas…”) y me he leído sus últimos posts. El que abre nueva sección “Personas de mi vida” me ha impresionado. He querido escribir un comentario pero no he podido, cosas de la ciencia. He acudido a mis viejos trucos de estudiante negado y he ido a otro post con menos comentarios donde he colgado el siguiente comentario:
“Mira por dónde quería hacer un comentario sobre tu post de Ángela y no he podido. Tal vez estaba saturado de comentarios y me han censurado los de La Coctelera. Quería decirte que hay nombres que están puestos tan bien que uno duda si no habrá una mano que selecciona esas cosas y luego nos tenemos que aferrar y atener a las consecuencias. Me ha gustado como has reflejado las virtudes de Ángela, su retrato personal en pocas frases que nos han hecho (me han hecho) casi conocerla en persona. Y la verdad es que hay vidas que son todo un empujón de ánimo y nos hacen replantearnos si realmente están justificadas nuestras quejas cotidianas. Me va a encantar esta sección de tu blog. Sigue así, ánimo.
Como recompensa a no poder escribir un comentario en el otro post, me he leído de nuevo la encuesta que contestas. Soy poco o nada amigo de contestar encuestas personales pero la curiosidad me puede y no puedo dejar de husmear en estas cosas. Lo siento porque soy totalmente incoherente al respecto: no debería fisgar en lo que para mí repruebo. De todas formas me ha gustado conocer un poco más de ti, de tu vida de relación y como afrontas algunas de las dificultades que surgen.
Un abrazo”
Casualmente quería haberle dicho que en mi santa casa a los chicos cuando pasan por esa etapa que se denomina adolescencia, les decimos que están en la “asnolescencia” porque tanto ellos como nosotros nos comportamos peor que los difamados asnos.
Pobres hijos y pobres asnos que tienen que soportar a personas sin el título oficial de padres que están obligados por naturaleza y sentimientos a ser padres.
Un consejo no pedido: “sed padres con vuestros hijos pero no os metáis a ser maestros, amigos o consejeros, os evitareis muchas meteduras de pata”. Por favor, olvidadlo porque nadie escarmienta en cabeza ajena.
Después me he dado una pasadita por el “Diario de una lectora”. Este blog siempre me enseña algo nuevo, evoca recuerdos o me sugiere ideas. Os animo a visitarlo. Los últimos post son realmente interesantes. ¿Os acordáis del cuento de la gallina de los huevos de oro? Aquí hay una interpretación atractiva de veras.
Las fotos y los comentarios de “La nada como herramienta” son objeto de culto. Merece la pena reflexionar sobre ellos. Esta vez 3 se mete con el tema de las herramientas: “Elegimos herramienta en una ocasión...
arreglamos...
pero no sabes prescindir de ella
y usar la adecuada en la siguiente ocasión.
Infinidad de utensilios dispuestos para ser usados y sólo vamos con el destornillador que usamos con aquel cochecito.”
Así somos, tozudos, simples y complejos, todo en la misma vasija.
Y para finalizar, me gustaría como no, mencionar a “La fulana”, blog ¿divulgativo? Con contenidos políticamente incorrectos. Su último post se me quedo grabado en el corazón y eso que solo entendí una tercera parte de lo que leí. Ya ven, problemas con la riqueza del lenguaje castellano. Y eso que me creía un poquito más leído que la media: Una buena cura de humildad.
Que me perdonen el resto de los amigos porque esta vez no les comento. Sin embargo sus aportaciones me encantan.
No nos dejen que La Coctelera se calienta demasiado con las ausencias.
No sé pero creo que se me ha ido un poco la tecla y este post ha quedado muy largo.

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