03 junio 2006

Viajando por los mapas de la memoria (Divagación)

Me gustan mucho los mapas. Reconozco que prácticamente todos los mapas me hacen viajar con solo mirarlos. Una especie de droga psico-activa de tinta de colores.
Los viajes son, al fin y al cabo, divagaciones de la mente y esas sensaciones que produce el dibujo entrañable que hay sobre el papel son una especie de alternativa para los momentos de descanso.
Si los mapas tienen algún dato errado, antiguo (obsoleto) o cambiado, hay que verlo con buenos ojos, ya que estos fallos añaden una pizca más de especias a esa comida del alma que son los viajes.
Mi familia me regaló en Navidad un precioso libro de mapas curiosos e historicos (“The Agile Rabbit Book of Historical and Curious Maps”). Desde entonces no estoy seguro de haber parado de delirar con los viajes a través del tiempo y el espacio.
Simplemente es curioso lo que puede hacer una buena dosis de tinta bien cargada.



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