La tranquilidad que ofrece ese rincón alejado, escondido. Ese rincón perdido en la inmensa latitud de la memoria. Rincón donde gira el viento en preciosa, animada e implacable melodía. Rincón donde fluye el agua y regresan silenciosos los recuerdos, silenciosos o silenciados por el ruido del viento.
“…el agua fresca que fluye de la fuente de la memoria… y ellos te darán de beber de aquella fuente divina y luego reinarás junto a los demás héroes” –laminilla de Petelia-
“El anónimo autor de la laminilla presuponía que recordar no es volver a vivir, sino no morir” –Manuel Vázquez Montalbán-
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