20 mayo 2006

¡Ojo al cristo que es de madera! (Divagación + Estarcido)

Estos días, por no decir meses o años (vamos desde que el reyezuelo adorador del espurio emperador planetario dijo que nos abandonaba: me refiero al señor Aznar y al señor Bush, respectivamente por si no ha quedado claro), el ambiente social de por si tranquilo y pastoril (para eso están la televisión y el fútbol como eficaces adormideras del alma y la mente) se está agitando por una premeditada política de acoso, bufoneo y derribo que viene practicando la derechona reaccionaria (léase determinados personajillos del PP) en este País.
Y digo derechona reaccionaria porque me refiero a ese tipo de derecha chusquera y botarate y no a las personas demócratas con ideas conservadoras y liberales. Porque no se puede meter a todos en el mismo saco y no creo que sea lo mismo un Señor Zaplana que un señor Gallardón, ni un señor Acebes que una señora San Gil.
Ahora, que hagan un poco de memoria histórica estos buenos señores, y que no se dejen llevar por las hordas neofascistas: cuando los militares sediciosos y traidores se cargaron a la añorada II República española, dieron bastante paredón a los conservadores que fueron fieles a sus convicciones democráticas. A esta buena gente no les sirvió de nada o de poco sus creencias religiosas, su urbanidad o su buena fe. Los pistoleros de las camisas azules, correaje y botas sólo entendían las claras palabras de su endiosado dictador: un tiro en la nuca convence más que mil palabras.

Escojo este fragmento, de una obra del para mí casi desconocido Dietrich Schwanitz, como aviso de navegantes y para que tengamos cautela que del insulto y la desfachatez se pasa rápidamente a la barbarie violenta. Las fotografías que vienen a continuación se las he tomado prestadas a Pepetxu (www.espacioblog.com/pepetxu y espero que no le importe).

“Te digo, G., lo mismo que ya le he dicho a L.: ¡olvidad vuestro vitalismo irracionalista!
La filosofía de la vida es una patraña, no es más que pura ideología, la polvareda que levanta la decadente burguesía en su última escaramuza.
¿Y cuál ha sido el resultado de toda esa confusión?
El fascismo.”

Pido perdón a los suplantados payasos porque siempre me gustaron y les he considerado unos verdaderos profesionales que me dieron muchas tardes de alegría.

Finalmente, vayan una imagen del gallo rojo de Pepetxu por si alguno me ha tomado por afiliado o simpatizante del PSOE y otra de Corto Maltés, soñador empedernido:


No hay comentarios: