30 diciembre 2006

Olvido

Hace dos tercios de los años que tasan mi edad tuve una amistad, tal vez un amor.
Ocupaba mis pensamientos, llenaba casi todo mi tiempo, nuestro amor, su esencia, tal vez su imaginación de serlo.
Me dijo: “Dentro de unos años solo recordarás mi nombre”.
Todo aquello que me pareció eterno se difumina como humo.
Y me doy cuenta de que es tan cierto lo que me decía: hoy solo recuerdo su nombre porque su nombre refleja el olvido.

28 diciembre 2006

Lo admito, nunca he estado en Venecia

Lo admito, nunca he estado en Venecia.
Es verdad, después de tanto fardar de viajero, tengo que reconocer que no he estado en esa bella y enigmática ciudad adriática. Y, lo que más me duele, es que pude haber visitado la ciudad de los canales, los puentes, San Marcos, las islas enigmáticas, la judería, la laguna… y no lo hice.
En mi lejana época de mochilero me atrajo más el Norte (Inglaterra y Francia, sobre todo). En mis viajes de un poco menos joven, los saltos al “charco”, el centro y norte de Europa, también el noroeste italiano o el Mediterráneo, pero casualmente, cuando se cruzó la posibilidad en mi camino, tomé el rumbo equivocado, probablemente porque a Venecia se debe ir sólo o con una única persona, la persona apropiada. Y ninguna de las dos opciones era posible en aquellos momentos.
Aunque realmente podría decir que estuve en varias ocasiones acompañando a Hugo Pratt y Corto Maltés en su aventura de “Fábula en Venecia (sirat al bunduqiyyah)”. Con estos compañeros de incalculable valor, me he sentido también a gusto en muchas partes de este amado planeta, en Siberia, en Irlanda, en diferentes regiones de África, América, Asia y, cómo no, Europa.
Así que cuando releí un recorte olvidado de “El País” que refería la aparición de un libro titulado “La Venecia secreta de Corto Maltés. Itinerarios fantásticos y ocultos de Corto Maltés en Venecia” escrito por Guido Fuga y Lele Vianello, me puse rápidamente en contacto con mi librería habitual para encargarles el libro a Teresa e Itziar, y de este modo honrar a mi amigo de juventud y adultez (¿se dirá así? Sí, lo acabo de comprobar).
Cuando hace pocos días me encontré su mensaje en el contestador telefónico me puse nervioso pensando que hasta ayer no sería capaz de pasar a recogerlo y que por culpa de una comida navideña de trabajo (de esas que suelen ser un puro castigo de las almas libres) y otros deberes, no podría ojearlo hasta hoy por la tarde.
Cuando he abierto sus páginas de olor a libro recién impreso (bueno lo de recién es probable que no sea cierto), me he quedado boquiabierto desde el primer momento. Menuda frasecita (anónima según los autores) que abre boca:
"Viajar educa, pero quien parte mono, regresa mono".

¿Será verdad? Estoy seguro de que lo es. A mi me pasa lo mismo. A pesar de que los viajes me van educando, partí bárbaro boreal, cazador paleolítico, y así regreso siempre al hogar.
¡Qué le vamos a hacer!
¡Es la vida!

Doce tristes monos

Doce tristes monos, desesperados, con la mirada perdida, esperan-desesperan dentro de su jaula triste, de su triste cárcel oxidada.
Doce tristes monos, ni uno más ni uno menos, doce, tristes, monos, compañeros, monos, en la desesperación.

El escondite en las palabras

Escribía Fernado Pessoa que el poeta es un fingidor y realmente creo que cualquier persona que escribe algo (no califico la calidad de lo escrito porque no tengo capacidad para hacerlo) finge en mayor o menor medida.
Escondemos la verdadera cara de las cosas y las damos un toque diferenciador en lo bueno o lo malo, en lo hermoso o en lo feo, en lo útil o en lo superfluo, llevamos los sentimientos al extremo o los abolimos.
El fin no sé cuál es en cada caso, en el mío probablemente sea darle una vía de escape al espíritu.

27 octubre 2006

Sentir la diferencia no está en nuestras manos

Sentir la diferencia no está en nuestras manos. Se siente o no se siente.
Así de claro lo veo y pocas cosas veo claras en este devenir de los tiempos agitados por el viento. Estuve visitando una vez más una vieja ciudad.
Las ciudades viejas y las personas ancianas tienen grandes atractivos. En su mirada tienen esa incógnita planteada del que ha vivido diferentes épocas, distintas tendencias vitales, movimientos contrarios o paralelos que impulsan o detienen, que levantan o hunden las ilusiones más brillantes, los pesimismos más umbríos.
Me pregunto muchas veces por qué a tantas personas les dan un cierto temor las personas ancianas, todo lo viejo por lo general.
¿Ven su futuro cercano y no desean verlo, recordarlo?
Es difícil asumir que la vida solo tiene una parada y que el resto de la misma es continuo devenir. Lo que pasa, pasado es, no vuelve. No queda nada más que en el pensamiento y preferimos pensar poco. Todo lo que nos venden por los ojos, por el oído, incluso por el tacto, indica la misma dirección, el mismo mensaje, el mismo vendaje de los sentidos (el común el primero).
¡No pienses, es malo!
¡Vive, actúa, no reflexiones!
¿Para qué?
Los mensajes que nos venden y a los que nos vendemos son claros: sólo existe el placer, la belleza, el dinero…
¿Para qué vas a sufrir? ¿Par qué vas a pensar en el sufrimiento tuyo o ajeno?
Tengo la certeza que mi generación está muy poco preparada para aguantar el dolor, para soportar la frustración. Está en peores condiciones que la generación de mis padres o la de mis abuelos para afrontar lo malo y verle el lado menos malo. Aún así me da la impresión de que la generación de mis hijos y, pronto, dentro de menos de lo que imagino, la de mis nietos, estará peor preparada que nosotros.
Aprendemos pronto que lo feo y lo doloroso se tapa debajo de la alfombra. Lo limpio está más limpio si se esconde la suciedad, si se oculta.
Vemos a los próceres de la patria lucir sus galas, mostrar sus bonitas y caras dentaduras, sus elegantes ropajes, su saneada cuenta corriente y cuando alguno de ellos descubre su rostro oculto, la rapidez del olvido los baña de nuevo en esplendor y les suaviza las arrugas de los pantanos en que se mueven dentro de su vida privada y sus negocios profesionales. Este país se enladrilla, se llena de banqueros y comerciantes que parecen ganar el dinero muy fácilmente.
¿Te cuesta a ti tan poco ganarlo como a ellos?
Si no es así, como me sucede a mí ¿Por qué nos cuesta plantearnos, buscar con ayuda del sentido común, dónde está el truco, dónde el engaño?
Sentir la diferencia no está en nuestras manos. La lotería genética nos premia o nos castiga. Más aún nos zarandea como un fuerte viento la lotería de la cuna.
¡Qué diferencia nacer así o… asado!
¡Únicamente y, si te descuidas tampoco, es el final de la vida, la que nos iguala!

Desde las sombras, de vuelta a las sombras

Desde las sombras, de vuelta a las sombras.
Es ese el momento concreto, exacto, en que los recuerdos se vuelven huidizos espectros, fantasmales siluetas en grises y tonos oscuros, con más proporción de la tinta de la pena que de la alegría.
Subes la cuesta del día, respirando con desgana, sintiendo que cada paso va a ninguna parte y es costoso, sangrante, que permite al parar a descanar en el rellano y ver, contemplar apenas, como se escapan, fluidas, tus últimas energía.
Y esperas, impaciente, pero sensible, que la noche traiga un viento fresco de esa cercana y maternal mar para aliviar la angustia, la insensible angustia.
La noche serena que calmará como un bálsamo el doloroso latir de las interminables heridas y en un susurro monótono te recuerda que todas hieren y pero que es esa última saeta, con su fúnebre letanía, la que finalmente remata.

07 septiembre 2006

De mulas, hombres y seres humanos

Es curioso como se pone todo.
Del “todo a cien” hemos pasado casi sin transición al “todo a euro”. Sin pesares, pesadumbres ni servidumbres. Está claro, somos una democracia occidental consolidada.
Todo tiene su precio, para unos justo para otros no tanto. Todo está tasado y puede observarse públicamente. Quien más quien menos sabe cuanto cuesta en su ciudad el metro cuadrado de suelo o de vivienda, el kilogramo de político o el beneplácito de cualquiera de las múltiples y adecuadas corporaciones de seguridad y servicios públicos. Todo está valorado, de forma proporcional a su lugar en esta sociedad capitalista, próspera para los mejores, “tirandillo” para el populacho (en el que me siente integrado y a gusto) y divina para los que tienen otorgado su puesto por la gracia de Dios.
No es que esté hoy especialmente rebotado pero tengo muy claro que la Santa Madre Iglesia se equivocó durante muchos siglos al considerar que las mujeres no tenían alma. En mi humilde experiencia, y partiendo del supuesto de que no estoy completamente seguro de tener ese órgano muy desarrollado, me resulta especialmente evidente de que he encontrado más mujeres con alma que especimenes de mi propio sexo que demuestre poseer esa “supranatural” característica.
Aún pecando de acientífico (muchas veces lo soy) creo que es difícil de integrar a muchos de los varones que conozco (gracias a Dios padre, a muchos poco y con ese poco me sobra) dentro de la categoría de seres humanos. Por suerte, hay una minoría que merecen todos mis respetos y hacen que me sienta orgulloso de nuestra especie. Pero tengo muy claro que la gran mayoría de los seres humanos son mujeres.
Sin ser feminista, que no lo soy, creo que si algo marcha mejor en los últimos tiempos se debe a que las mujeres están cada vez más presentes en todos los ámbitos sociales pero me apena comprobar como jóvenes (mujeres) de gran brillantez, inteligencia, sensibilidad y sentido, tienen una transformación inconcebible cuando se enamoran de jóvenes (hombres) bastante bastos, poco aseados, cortos de entendederas y supinamente machistas que, habitualmente no llegan ni a la altura intelectual ni emocional de la suela del zapato de sus parejas.
¡Así de jodida es la hormona!
¡Qué le vamos a hacer!
El caso es que quería haber hablado también de mis mulas y creo que tendrá que ser en otra ocasión porque estoy pasando los límites adecuados para un post.
¡Y eso no es prudente!

02 septiembre 2006

La mirada y el alma (Divagación)

La mirada nos permite ser conscientes de lo que nos rodea.
Descansar la vista sobre las personas que tenemos cerca, las cosas, los paisajes.
Si lo hacemos de forma pausada, sin prisas, nos aporta detalles que no vimos, sensaciones que no vivimos y sentimientos que nos devuelven la solidaridad con los demás seres humanos.
A pesar de todo, a pesar de que no podamos olvidar porque senda llevamos a nuestro mundo o que sinsabores nos aguardan a la vuelta de la esquina, la mirada nos ayuda a dar un poco de calma a nuestra vital angustia.
La mirada es como una esperanzadora ventana a la que se asoma el alma.

De viajes astrales y similares (Divagación)

Estados de vigilia y sueño en una frontera difusa.
¿Capacidad de la mente de crear nuevas realidades?
Me comenta y relata uno de esos viajes, donde se encuentra con personas que “flotan” y que, al parecer, estaban muertas hacía tiempo.
A las preguntas ¿Qué hace por aquí? Y ¿Tú también estás con nosotros? Ella responde con evasivas. El viaje finaliza en la clase de inglés de una Escuela oficial de idiomas.
Hubo otros tres viajes previos, menos precisos.
Debo volver a conversar con ella sobre este tema.

27 julio 2006

Hipatia

La tolerancia es un ave rara (Divagación)

La Wikipedia es un lugar muy interesante (aunque en castellano esté poco desarrollada). De allí procede la historia de Hipatia. Me gusta emplear sus datos y las fotografías que facilitan.
Conocí a Hipatia gracias a Baudolino (protagonista de una de las novelas de Umberto Eco). Me fascinó la novelación que hace Eco de ella en este libro. Después me la he ido encontrando en los lugares más insospechados y cuanto más leo de ella, más interesante me parece como persona.
Es realmente una pena que las creencias religiosas, políticas, e incluso, las deportivas, sirvan para separar, segregar, crear guetos y cárceles o para llenar cementerios (cuando se les da tierra en lugar conocido a las víctimas).
La frase de que estás conmigo o estás contra mí está demasiado de moda todavía. El cinismo de los líderes siempre lo ha estado. Frases célebres de grandes cínicos nos hacen gracia aunque no la tengan. Una mano de hierro de la Iglesia católica hizo famosa una frase cuando ordenó matar a todas las personas que habitaban en una ciudad fortificada donde resistían los cataros. Cuando le rogaron que no lo hiciera porque había creyentes (católicos) verdaderos entre la población, respondió más o menos que no se preocuparan y obedecieran sus órdenes porque Dios ya sabría distinguir (en el juicio final, supongo) quienes eran de los suyos.
Con mentes tan bien pensantes no es de extrañar que la historia, con ligeras variaciones, repita sus aberraciones. Ayer fueron cristianos, judíos, musulmanes, hinduistas, budistas... y hoy son cristianos, judíos, musulmanes, hinduistas, budistas...
Es difícil que la tolerancia se abra hueco entre tanta hostilidad pero tengo la esperanza de que algún día no muy lejano se volverán a abrir las grandes alamedas.

Hipatia: Ciencia y Religión (Estarcido)

"Comprender las cosas que nos rodean es la mejor preparación para comprender las cosas que hay mas allá"
Citado en CienciaNet

Hipatia (Wikipedia)
Hipatia (o Hypatia) nació en Alejandría (Egipto), en el año 370 de nuestra era y murió en esa misma ciudad en el año 415. Fue una mujer científica, filósofa neoplatónica y maestra, que con su sabiduría y sus enseñanazas contribuyó en gran medida al desarrollo de las Matemáticas y la Astronomía.
Hipatia nació en Alejandría a mediados del siglo IV, algunas referencias dicen que en el 370 y otras que en el 355. Su padre Teón de Alejandría era un célebre matemático y astrónomo, muy querido y apreciado por sus contemporáneos, que seguramente trabajaba y daba clases en la biblioteca del momento, es decir en la biblioteca que en algún momento sustituyó a aquella otra legendaria que desapareció en el incendio del año 48 adC. Teón fue un sabio que no se contentó con guardar los conocimientos de la ciencia para sí y sus discípulos sino que hizo partícipe de ellos a su propia hija, algo verdaderamente insólito en el siglo IV. Hipatia por su parte era una mujer abierta a todo el saber que su padre quisiera volcar sobre ella y así fue cómo se educó en un ambiente académico y culto. En efecto, Teón le transmitió su conocimiento sobre las matemáticas y la astronomía además de la pasión por la búsqueda de lo desconocido. Los historiadores han llegado a asegurar que incluso superó al padre, y que muchos de los escritos conservados que se suponen de Teón son en realidad de la hija.
Aprendió también sobre la historia de las diferentes religiones que se conocían en aquel entonces, sobre oratoria, sobre el pensamiento de los filósofos y sobre los principios de la enseñanza. Viajó a Atenas y a Roma siempre con el mismo afán de aprender y de enseñar. La casa de Hipatia se convirtió en un lugar de enseñanza donde acudían estudiantes de todas partes del mundo conocido, atraídos por su fama. Uno de sus alumnos fue Sinesio de Cirene, obispo de Ptolemaida (en Fenicia), rico y con mucho poder. Este personaje dejó escrita mucha información sobre Hipatia, su maestra. Por medio de él pueden llegar a conocerse los libros que ella escribió para la enseñanza, aunque ninguno ha llegado a nuestros días. Otro alumno llamado Hesiquio el Hebreo escribió unas obras que se conservan, en las que también hace una descripción sobre las actividades de Hipatia y asegura que los magistrados acudían a ella para consultarle sobre asuntos de la administración. Dice también que fue una persona muy influyente en el aspecto político. También se interesaba por la mecánica y ponía en práctica la tecnología. Se sabe que inventó un aparato para destilar el agua, un hidrómetro graduado para medir la densidad de los líquidos y un artefacto para medir el nivel del agua.
Pero Hipatia era pagana y le tocó vivir en tiempos duros para el paganismo. Su situación llegó a ser muy peligrosa en aquella ciudad que se iba haciendo cada vez más cristiana. Los filósofos neoplatónicos como Hipatia pronto se vieron cruelmente perseguidos. Algunos se convirtieron al cristianismo, pero Hipatia no consintió en ello a pesar del miedo y de los consejos de su amigos como el caso de Orestes, prefecto romano y alumno suyo, que no consiguió nada a pesar de sus ruegos. Hipatia resultó ser para sus enemigos, no una mujer científica sino una bruja peligrosa.
En el año 412 el obispo Cirilo de Alejandría fue nombrado (para sustituir a su tío Teófilo), patriarca, un título de dignidad eclesiástica que sólo se usaba en Alejandría, Constantinopla y Jerusalén, que equivalía casi al del papa de Roma. Cirilo (elevado siglos más tarde a los altares) era un católico que no consentía ninguna clase de paganismo ni de herejía y que luchó toda su vida defendiendo la ortodoxia de la Iglesia católica y combatiendo el nestorianismo. Los historiadores creen que Cirilo fue el principal responsable de la muerte de Hipatia, aunque no exista documentación directa que lo acredite.
Se dice que Cirilo era enemigo de esta mujer, a la que temía y admiraba a la vez. Pero siguiendo la tónica general de la época, no le era posible comprender ni tampoco consentir que una mujer se dedicase a la ciencia y menos aún a esa clase de ciencia que difícilmente podían comprender las personas que no eran eruditas en el tema. Por lo tanto creó un clima y un ambiente de odio y fanatismo hacia ella, tachándola de hechicera y bruja pagana. En el mes de marzo del año 415, Hipatia fue asesinada de la manera más cruel por un grupo de monjes de la iglesia de San Cirilo de Jerusalén (no hay que confundir a los dos Cirilos: el de Jerusalén había muerto en el año 387). Los hechos están recogidos por un obispo de Egipto del siglo VII llamado Juan de Nikio. En sus escritos justifica la masacre que se hizo en aquel año contra los judíos de Alejandría y también la muerte de Hipatia. Cuenta cómo un grupo de cristianos atolondrados, impetuosos y violentos, seguidores de un lector llamado Pedro fueron en su busca, la golpearon, la desnudaron y la arrastraron por toda la ciudad hasta llegar a un templo llamado Cesareo; allí continuaron con la tortura cortando su piel y su cuerpo con caracolas afiladas, hasta que murió; a continuación descuartizaron su cuerpo y lo llevaron a un lugar llamado Cinaron y allí finalmente lo quemaron. De esta manera creyeron dar muerte a lo que ellos llamaban idolatría y herejía.
Orestes, el prefecto romano amigo y alumno de Hipatia informó de los hechos y pidió a Roma una investigación. Pero por «falta de testigos», se fue retrasando, hasta que llegó un momento en que el propio Cirilo aseguró que Hipatia estaba viva y que habitaba en la ciudad de Atenas. Orestes tuvo que huir de Alejandría y abandonar su cargo. Con la muerte de Hipatia se terminó también la enseñanza del pensamiento de Platón no sólo en Alejandría sino en el resto del Imperio. El interés por las ciencias fue debilitándose y la Historia entró en el oscurantismo. Pudo sobrevivir en Bizancio y poco después empezó de nuevo a florecer en el mundo árabe musulmán.

20 julio 2006

Epístola a los buenos samaritanos (Divagación)

Queridos Pepetxu, Marta y Bucéfalo,
Muchísimas gracias por vuestras lecturas imparciales y los interesantes comentarios que habéis escrito.
Sabéis ya que soy un poco veleta. Me considero de izquierdas (aunque cada vez sé menos que significa esto para el resto de la ciudadanía) y no me pongo más etiquetas políticas quitando la de creer en la democracia y en la esencia republicana de la misma. Sin embargo, no me gusta el proselitismo (apostolado o como se quiera llamar) y cuando comento que me voy a abstener lo digo por compartir con vosotros mi sentimiento (estado anímico) actual. Luego, tal vez vaya a votar; de aquí a las elecciones puede "llover a cántaros" (que falta nos hace) y no me gusta lo que veo de trapicheo en mi municipio.
En las últimas elecciones no podía aguantar más las caritas sonrientes de Aznar-nieves y los siete peperos y fui a votar.
Creo que sirvió para muy poco pero ese "poco" marca una cierta diferencia con lo que había antes: algunas leyes me han gustado (la posibilidad del enlace civil de los homosexuales) y otras que se cocinan con la iglesia católica (como la de Educación) me han disgustado por no dejar claro de una “santa” vez que somos un país laico y que la religión es un tema personal que uno debe guardar para sí, sus amigos y su dios (si lo tiene).
No quiero dejaros un mal sabor de boca porque creo que lo más importante es conseguir un cambio profundo en la mentalidad y los valores de las personas, y fomentar una visión más solidaria y fraternal de la vida, con un respeto por la libertad en todos los sentidos de nuestros ciudadanos, intentar conseguir un desarrollo económico sostenible y pelear sin descanso contra el consumismo y el capitalismo salvajes.
Salud

Laura Esquivel: "Íntimas suculencias" (Estarcido)

La verdadera poesía muchas veces se escribe en prosa.
Laura Esquivel en su libro "Íntimas suculencias" describe la situación difícil pero prometedora de la mujer en el mundo actual:
Afortunadamente parece que las cosas están cambiando. La contracepción ha
liberado a las mujeres del peligro del embarazo y ha desasociado la experiencia
sexual de la reproducción. Poco a poco han ido desapareciendo los preceptos
morales y religiosos que contaminaban las relaciones de pareja. La mujer empieza
a sentirse sujeto y no objeto. Todos estos cambios en la sociedad han traído
enormes beneficios a las mujeres; pero a la vez, nos han llenado de
contradicciones. Es cierto que ahora podemos estudiar y trabajar sin
restricciones y participamos activamente en la sociedad, pero esta participación
está determinada por nuestra estrecha relación con los hijos, la sexualidad, el
fuego, la alquimia, el hogar, la vida. Como que esto de lo masculino y lo
femenino, lo racional y lo pulsional no está claramente delimitado, como que
esta partida de cuerpo a la mitad no es tan palpable en la realidad y así nos
encontramos algunas mujeres que aunque utilicemos la inteligencia creadora al
escribir –clasificada dentro de lo masculino-, tenemos hijos, sentimos esa vida
dentro de nosotras mismas, gozamos placenteramente del sexo –bueno, desearía que
esto fuera el caso de la mayoría-, convivimos día a día con la vida y la muerte,
tenemos contacto directo con los elementos que conforman el mundo, con sus
leyes, sabemos transformar y purificar estos elementos a través del fuego –todo
está clasificado dentro de lo femenino.
¿O no es poesía?

Círculo veraniego infernal (Divagación)

En le norte hispano parece que se ha aposentado un círculo veraniego infernal.
Ayer tuvimos máximos históricos de calor, un calor verdaderamente sofocante (como las calderas de Pedro Botero -lo digo por si alguno habéis estado allí-), seguido de una especie de galerna y tormenta torrencial de película hollywoodiense.
Hoy, otro tanto de lo mismo.
Ahora, justo ahora, se me ha desorientado el ADSL por culpa de los relampaguillos.
Entre nosotros: ¿Nos dejaremos de quejar de algo que tenga que ver con la meteorología?

Demagogia del ladrillo, hormigón de la democracia (Divagación + Guirigay)

Hoy he tenido la ocasión de presenciar un acto público de la llamada democracia pura.
Un alcalde, el de mi pueblo, de esa derecha conservadora que va de izquierdas y progresía, acompañado de un concejal de esa izquierda cada vez más unida alrededor de algunos sillones públicos, y de un arquitecto (supongo que el contratado por el municipio), estaban explicando a una audiencia mayoritariamente formada por personas de una edad media-alta y componente agrario (de esos agricultores residuales que quedan en algunos arrabales de ciudad) que un plan de reordenación urbana que se acababa de publicar en el boletín oficial de la provincia era sólo y exclusivamente una hipótesis de trabajo. Ojo a la palabra: hipótesis.
Imagínense el lugar escogido: un polideportivo de esos cutres, con amplios espacios hormigonados, con una preparación acústica parecida a la de un palacio de la ópera (inundado de grasa), y con un micrófono portátil que permitía que se enterasen los de la primera fila y poco más, de lo que decían nuestros próceres.
Todo esto amenizado con los finos pero machacones golpes de la pelota de cuero contra las paredes del frontón para que la música de fondo mantuviese el ritmo durmiente de las palabras encadenadas de los protagonistas oficiales.
Si añadimos que éstos procuraban hablar bajito y entre dientes, lo que propiciaba los gritos y abucheos, se reunían las mejores condiciones para que cualquier político ventajista saque la tajada apropiada: ha hablado con su pueblo, les ha explicado todo detalladamente sin importarle las críticas, les ha dedicado todo el tiempo requerido y no se ha comprometido con nada (con lo que no estuviera comprometido antes).
El plan seguirá adelante, la mayoría de los agricultores tendrán alguna expropiación terrenal (su reino no es de este mundo) y se construirán varios miles de nuevas viviendas. El concejal de izquierdas contento porque habrá viviendas de protección oficial (¡que los jóvenes de nuestro pueblo no se vean obligados a emigrar como los de otros!, gritaba nuestro amado ¿y demagogo? alcalde) y algún metrito cuadrado más de zonas verdes municipales (aunque incluyan las que ya son verdes actualmente que quedaran bastante mermadas, supongo). El alcalde contento porque habrá toreado una vez más con maestría y le recompensarán, su partido y los poderes fácticos del ladrillo, el hormigón y la teja, con grandes muestras de grato amor.
Reconozco que me he acercado a la reunión por casualidad. Había salido a pasear para refrescar un poco el cuerpo y la mente y me he encontrado con el debate público. Me recordaba otros tiempos de asambleas y las mismas tácticas políticas. Es fácil no decir nada para decir luego que lo has explicado todo.
Maquiavelo era mejor consejero de su príncipe en las artes de la política que los que ahora pululan por aquí y allá. Enseñaba como convencer y como actuar por delante y por detrás (también por en medio, que se puede si se quiere). Ahora no es necesario convencer con buenas o malas artes, sólo se necesita esquivar, esperar y hacer lo que tenías previsto escudándote en la letra ininteligible y en la palabra sorda que sumada a otras crea tal guirigay que no lo entiende quien te escucha que es lo importante.
Y a todo esto, me he quedado impresionado con la mirada bovina del concejal de izquierdas. Me recordaba al buey bien alimentado que no quiere mirarte de frente porque tiene algo en su conciencia que le está penando.
Aunque ¿alguien sabe si tienen conciencia los bueyes?
Me he dado media vuelta y he seguido paseando y pensando (a veces, raramente, lo hago). Pensando de nuevo e intentado convencerme de que debo participar más en la vida política local. Finalmente, he llegado a la conclusión de que mucho tiene que llover para que no vuelva a abstenerme de votar en las próximas elecciones municipales.
¿Se llenarán los pantanos?

18 julio 2006

Miguel Hernández, Antonio Machado y Rafael Alberti: voces del alma contra los traidores que trajeron la desgracia a España (Estarcido)

Aciaga fecha, aniversario de tristezas en la mirada de muchos recuerdos, de afligidos recuerdos de miríadas de miradas. Tres fragmentos de apesadumbradas y melancólicas poesías, tres sentimientos de poetas heridos por la afrenta de militarzuelos traidores, de cobardes asesinos.

Miguel Hernández (Vientos del Pueblo)
España no es España, que es una inmensa fosa,
Que es un gran cementerio rojo y bombardeado:
Los bárbaros la quieren de este modo.
Será la tierra un denso corazón desolado,
Si vosotros, naciones, hombres, mundos,
Con mi pueblo encima del costado,
No quebráis los colmillos iracundos.

Antonio Machado (El crimen fue en Granada)

Se le vio, caminando entre fusiles,
Por una calle larga,
Salir al campo frío,
Aún con estrellas, de la madrugada,
Mataron a Federico
Cuando la luz asomaba.
Todos cerraron los ojos;
Rezaron ¡ni Dios te salva!

Rafael Alberti (Romance de la defensa de Madrid)

Madrid, corazón de España,
Late con pulsos de fiebre.
Si ayer la sangre le hervía,
Hoy con más calor le hierve.
Ya nunca podrá dormirse,
Porque si Madrid se duerme,
Querrá despertarse un día
Y el alba no vendrá a verle.
No olvides, Madrid, la guerra;
Jamás olvides que enfrente
Los ojos del enemigo
Te echan miradas de muerte.

Nómadas de asfalto urbano (catártico)

¡Qué lejos tenemos que ir para poder encontrarnos a nosotros mismos!
La búsqueda comienza para muchos al descender de la cuna y calzar por primera vez zapatos, más decorativos que útiles. Este buscar se encuentra con grandes dificultades porque todo (o casi) nos viene programado en este Occidente urbano y comienza la guardería, la escuela, el instituto, el trabajo o la universidad, los cursos de mantenimiento, la competición obsesiva por ganar un euro más al mes que tu vecino de mesa o de cadena. Porque aunque no trabajemos en una cadena de producción real, estamos metidos en la cadena, en la cadena de eslabones donde no llegamos a ser ni siquiera un tornillo o un remache.
La sociedad urbana es como una jaula para el ser nómada que habita en tantos de nuestros interiores. A muchos de nuestros genes les cazó a contrapie (a desmano, que más da) el Neolítico:
¡eran genes de felices cazadores vagabundos que vendieron su alma por un plato de lentejas!

17 julio 2006

Sobre escribir, escribir bien o escribir mejor (Catártico)

¿A quién le importa? Como la canción de no sé quién (¿Alaska y Dinarama?).
Eso me pregunto yo ¿A quién le importa si escribimos bien o mal en estos maravillosamente intercomunicativos blogs?
¿Lo importante es el mensaje no el sobre en el que se envía?
Pues no creo.
Es importante el contenido pero hay que intentar que el continente también sea bello.
Por eso agradezco a los pocos lectores (más bien lectoras) que de vez en cuando me corrigen los errores ortográficos, los desbarres estilísticos y las confusiones con el significado de algunas palabras que utilizo o empleo equívocamente.
De verdad de la buena
¡Muchas gracias!

Escuela de calor (Divagación)

¡Qué calor!
El desierto progresa lento pero seguro y esta ola de calor es su avanzadilla. Te lo digo por si le estás pegando a la parrilla mientras tienes el ventilador o el aire acondicionado a todo trapo.
Reconozco no estar acostumbrado a tener la espalda bañada en sudor, la frente que parece una sartén, la testosterona en stand by y la cabeza asintiendo continuamente a todo con tal de que me dejen en paz (ocultando como puedo la mala leche) y poder volver a la oscura penumbra de una habitación con las persianas bajadas.
No creo que la oscuridad baje la temperatura, pero la subjetiva sensación de que hace medio grado menos que en un lugar más iluminado me parece, en estos momentos, la misma diferencia que hay entre estar en el lado oscuro de la Luna o en la Manga del Mar Menor. Y digo la Manga como podría decir Santurce (o Santurtzi) en plenas fiestas del Carmen.
¡Este calor es demasiado para el body!
La brisa marina llega que parece fuego, desde luego algo está cambiando en este comienzo de Milenio. Tanto juntarse los agoreros a soltar profecías sobre el fin del planeta y los capitalistas de nuevo cuño a los que les importa un carajo lo que va a quedar del ídem para las generaciones futuras que hemos conseguido amigos consumidores-consumistas un nuevo record de consumo eléctrico.
¡Démonos la enhorabuena a todos por lo que nos corresponde a cada uno!

14 julio 2006

Fe, esperanza y… deseo (Guirigay)

La pregunta sobre si tendremos o habrá otra oportunidad se la lleva planteando el ser humano desde que fue consciente de ser una especie única, distinta. Digo distinta sin pretender decir que somos superiores a otras especies. Los cómputos favorables dependen tanto de la prueba que empleemos para realizar la medición que nos podríamos llevar grandes sorpresas.
La respuesta a esta dolorosa pregunta es la propia esperanza.
La esperanza es una droga milagrosa, sirve tanto para curar el mal de las alturas como el mal de amores. Nos crea mundos de ilusiones que alimentan nuestro alma de una forma demasiado ficticia pero imposible de diferenciar de la realidad o las múltiples realidades que vivimos de forma paralela. Droga pero bendita droga al fin.
Sin embargo, el deseo es una espada de doble filo, uno de los cortes puede sanar, el otro puede provocar demasiado daño. El deseo distorsiona tanto las cosas que muchas veces uno no sabe si compensan los beneficios a las pérdidas. Algunas filosofías y religiones persiguen su abolición como fin supremo. No lo sé, tal vez tengan razón, o tal vez no. Me resulta difícil imaginar una vida sin deseo.
En ocasiones, los deseos pueden ser una especie de condena y los dioses nos pueden castigar cumpliéndolos, en una amarga forma de mostrarnos que lo que deseamos es tan endeble en su estructura como la materia que forma los sueños y las esperanzas.

De miradas, monos y autobuses (Divagación)

¡Cuánto se puede vivir, sentir, reflexionar desde los últimos asientos de un autobús!
Es como una discreta forma de sentirse ajeno al mundo y a la vez tan inserto en él, como si fuéramos un observador crítico e imparcial.
Sin embargo, hay momentos en que uno reniega a ejercer ese difícil rol. En mi caso, lo resuelvo sentándome en una plaza lo más delantera posible, tapando mis ojos con unas gafas oscuras o con un gorro e inundando mis oídos de música de cualquier estilo: únicamente busco el ruido sanador que me aísle del mundanal sonido. Hay momentos en que soy absolutamente insociable, como les ocurre a muchos de nuestros hermanos simios cuando van entrando en años (que me perdonen los bonobos por no referirme a ellos concretamente).
La reflexión de María sobre las miradas es interesante y podría hacer un tratado sobre las distintas clases de miradas y las innumerables reacciones que provocan. En ocasiones la situación es violenta, en otras se abre una puerta a la ensoñación...
O tal vez el calor de estos días me esté licuando las pocas conexiones neuronales que me quedan..

13 julio 2006

Crosby, Stills & Nash: Marrakesh Express (Estarcido)


















Marrakesh Express
Whoopa, hey mesa, hooba huffa, hey meshy goosh goosh.
Looking at the world through the sunset in your eyes,
Traveling the train through clear Moroccan skies
Ducks, and pigs, and chickens call,
animal carpet wall to wall
American ladies five-foot tall in blue.
Sweeping cobwebs from the edges of my mind,
Had to get away to see what we could find.
Hope the days that lie ahead
bring us back to where they've led
listen not to what's been said to you.
Wouldn't you know we're riding on the Marrakesh Express.
Wouldn't you know we're riding on the Marrakesh Express,
they're taking me to Marrakesh.
All aboard the train.
All aboard the train.
I've been saving all my money just to take you there.
I smell the garden in your hair.
Take the train from Casablanca going south,
blowing smoke rings from the corners of my m m m m mouth.
Colored cottons hang in the air,
charming cobras in the square.
Striped djellebas we can wear at home.
Well, let me hear ya now.
Wouldn't you know we're riding on the Marrakesh Express.
Wouldn't you know we're riding on the Marrakesh Express,
they're taking me to Marrakesh.
Wouldn't you know we're riding on the Marrakesh Express.
Wouldn't you know we're riding on the Marrakesh Express,
they're taking me to Marrakesh.
All on board the train,
All on board the train,
All on board!


La hora del café y el animal político (Divagación)

Aprovecho un descansito cafeteril para escribir una simpleza que me acaba de venir a la cabeza.
Dicen que el hombre (debería poner el ser humano pero creo que es mejor que no para no meter en el mismo saco a la mujer) es un animal político.
Mejor sería borrar el adjetivo político y dejarlo sólo en animal (irracional completamente), y máxime si tenemos en cuenta todo lo que se va acumulando en su haber (negativo) en los años de su existencia sobre el planeta (no pretendo insinuar que hubo otra existencia antes, ¡por favor!).
Últimamente no me deja de sorprender el sadismo que impregna muchas de nuestras acciones que se hacen públicas.
Salud

12 julio 2006

Que la buena suerte te acompañe en la noche oscura (Divagación)

No termines el día con un mal pensamiento, con un triste recuerdo.
No merece la pena.
Cuando cierres los ojos antes de recibir la bendición del sueño, intenta rememorar un hecho feliz de tu vida, seguro que viviste alguno.
Te lo agradecerá la noche, te lo bendecirán los justos, los que confían en la bondad del ser humano.
Encontrarás que el despertar te estará abriendo una nueva puerta a la esperanza.
Te sentirás un poco más vivo.

Sobres cargados de recuerdos y sueños (Divagación)

Querida Marta,
Contesto a tu pregunta diciéndote que me gustan los sobres de diferentes tonos de marrón o de gris para ese tipo de recuerdos más bien tristes, sombríos. Son recuerdos redundantes pero necesarios. No te creas que son poco abundantes, si los pongo todos juntos abundan los grises sobre todos los demás colores (¡y siguen aumentado en grosor!).
La tristeza es el alter ego de la alegría y no sabría apreciar los bonitos y dulces momentos alegres si no conociera de cerca la tristeza. Los últimos meses he aprendido a ver que un instante de felicidad es capaz de borrar de un plumazo dias enteros de negros nubarrones. Los cielos nublados son abundantes en este norte cálidamente gélido y me ha correspondido, sigue haciéndolo, una etapa sombría de mi vida. Por suerte, el horizonte parece que se ilumina con un nuevo amanecer de esperanza y la esperanza es capaz de mover montañas.
Aún así, desde el más claro de los grises hasta los sobres de colores más cercanos al negro, color que reservo para los recuerdos más sombríos, se van amontonando y desbordan la mesa donde los coloco en débiles columnas.
¿Por qué la mesa?
¡Me gusta ver como se forman esas columnas de papel que se van perdiendo en el cielo infinito!

11 julio 2006

Vi tu amado rostro bañado por las lágrimas (Guirigay)

Vi tu amado rostro bañado por las lágrimas y no comprendí nada, absolutamente nada.
He recordado aquella imagen, aquella serie de fotogramas y pensado tantas veces en qué significaba sin saberlo.
Ahora tan solo me queda la amargura eterna de esos momentos infinitos que no pueden repetirse pero lo hacen, continuamente.
Me acompaña desde entonces la salobre sensación de que siempre quedan palabras por decir o gestos por realizar en ese maldito morral que se cuelga el alma lleno de sombra.

Los dioses son crueles y nos crean espejismos (Divagación)

Los dioses son crueles y nos crean espejismos. El paraíso para los turistas, el infierno para los indígenas. Cuando se cansan de jugar con nosotros provocan desastres, los turistas escapan a contar sus intrépidas experiencias a sus amigos, no entienden ni la palabra ni el gesto solidario. Después o a la vez, nunca se sabe, llegan las cámaras, se encienden los focos, extienden la pasarela y la alfombra roja y los que son lo que son por la gracia de dios (o de los dioses) y las estrellas terrenales con sus brillos disonantes aparecen para no quedarse fuera de la foto de la historia.
¿Qué piensa el indígena?
¡Están locos estos romanos!
(Sobre Panajachel de Saudade)

Tomo con delicadeza los recuerdos (Guirigay)

Tomo con delicadeza los recuerdos, todos y cada uno de ellos, y los ordeno en sobres de colores.
Sobres rojos para la pasión de nuestros encuentros, verdes para la esperanza reflejada en los ojos de los que miran el futuro con la frente resuelta, azules para los caminos que llegaron al crucero y se perdieron en las infinitas vueltas de la búsqueda, naranjas para las playas de amarillas o negras arenas por las olas acariciadas…
¿En cada sobre meto un recuerdo o un sueño?
Nunca supe ver la diferencia.

10 julio 2006

Conocer África es uno de mis caprichos (Divagación)

Soy caprichoso, lo admito.
Últimamente he estado soñando con África, con ese África de las aventuras de mi infancia.
Aquellos tiempos que nos los inculcaron como heroicos y después hemos comprendido que fueron realmente crueles, devastadores, de una despiadada ansia y codicia por enriquecernos a costa de la felicidad y las vidas de tantas personas.
África devastada por el sida, el paludismo, el hambre, pero los africanos siempre esperanzados con el nuevo Edén que supone el llamado Primer mundo.
Sin embargo, intentamos que el Edén sea como un club nocturno para señoritos (de cortijo moderno, de buena familia).
¡Cómo vamos a dejar que entren los desclasados, los parias!
¡Por favor!, hace falta tener un savoir faire , un spleen , especiales que no los pueden tener esos renegados de la naturaleza, esos pobres diablos que no hablan en cristiano.
Por desgracia conozco muy poco de África. Conozco muy poco y casi podría decir que lo que conzco está tan asimilado que poco puede considerarse diferente.
He estado en las islas de las Hesperias, Afortunadas islas (en Nivaria, concretamente) donde nada o poco queda que no haya sido arrasado por la colonización goda.
He visitado fugazmente el malhadado Magreb, sus ciudades recogidas, escondiendo impredecibles tesoros.
Aunque cautivado con estas bellezas norteafricanas siempre me ha quedado el sentimiento de que no he respirado ni un pequeño hálito del aroma de la verdadera África y me duele, me duele cuando me respira el alma.

06 julio 2006

Uno de esos minibaches (Divagación)

Llevo un par de días con uno de esos minibaches del ánimo que de vez en cuando se aproximan para fastidiar un poco.
El cansancio existencial se me ha subido a la parra y me está jugando una mala pasada.
La verdad es que no es nada en concreto o más bien son demasiadas cosas juntas: por enésima vez me doy cuanta de que cuando termino una tarea, aparecen dos o tres más.
¿Cómo se reproducen las labores, las tareas?
¿Por generación espontánea?
Y yo que creía que Pasteur había dejado claro que la vida se genera a partir de vida.
Claro que ahí está mi error, considerar seres vivos a las tareas, a los trabajos. El concepto errado (como la palabra de Roberto Carlos, en su canción de amor) hace que dotemos a las cosas, a las situaciones de un pensamiento que no tienen. Las damos personalidad cuando son simplemente rémoras, losas, molestias.
Deberíamos darles un tratamiento de usted y no dejar que se metan en nuestras vidas más allá de las horas de labor. Cortar con ellas al salir del trabajo y no llevarlas con nosotros de paseo, a casa, con los amigos o la familia.
Por eso cuando andaba más quejumbroso, me fijé que más motivos tiene mi querida hija para estar cansada. Con sus veinte años al hombro se enfrenta a situaciones nuevas.
Les acostumbramos a que la vida es puro estudio y creemos que lo que viven fuera de las aulas no les aporta nada. Visión errónea de padres. La vida es la verdadera escuela y hay que estar dispuesto a aprender, con los ojos abiertos, las orejas limpias y el oído presto, la mente clara y la bondad a raudales para ver en colores lo que muchos pretenden pintarnos en gama de grises.
Y en estas que escribo un post sobre el cansancio y otro sobre una canción que me encontré en ese bonito blog de Antonio Ibarra dedicado a Silvio Rodríguez. Y la nostalgia se apodera del alma y acaba de hacer un poquito más profundo el bache.
Pero ¿Qué me encuentro? Sencillamente una bonita solidaridad de viejos amigos (léase Pepetxu y Marta) y de otros nuevos (Bucéfalo, que nos regala con otra canción, y el sin nombre, Izengabea) que poco a poco se van convirtiendo en familiares. Me doy una vuelta por sus blogs y por otros que vienen con nueva brisa marina (Saudade de María) y por lo menos, temporalmente, se va rellenando el hueco de simpatías, de nuevas emociones que me hacen replantearme una vez más si tengo motivos para el hastío.
No concluyo nada, como casi siempre, pero ahí sigue esa desagradable sensación.
¡Vete a saber, igual es que acabo de regresar y la inquietud me hace pensar en una nueva travesía!
De todas formas:
¡Muchas gracias a todos por vuestra presencia y vuestras palabras!
Para acabar este post que veo que se alarga más allá de lo recomendable para los lectores del siglo XXI, os diré que me sorprendió que Pepetxu me incluyera en el “club de los puretas”. No sé si lo merezco, tal vez sea sólo que tengo demasiadas reminiscencias de un tiempo que fue peor para todos, en general (y por culpa de un generalillo) pero que a unos cuantos de los que lo vivimos nos dio una serie de valores que tal vez, digo tal vez, hoy se consideran trasnochados, desfasados, poco acordes con estos tiempos donde el valor de las personas se mide por los dígitos (en euros o dólares) que figuran en sus cuentas corrientes.
Me resulta romántico el término “pureta”, más que nada porque me recuerda a los albigenses o cátaros, también conocidos como “los puros” pero puedo aseguraros que si la pureza se mide en función de la ausencia de pecado, vicios u otras palabras tan bonitas del vocabulario católico, no sé muy bien si el valor de mi pureza no llevaría un signo menos por delante. De todas formas gracias Pepetxu por tan inmerecido honor y acepto, aunque sea sin voz ni voto, pertenecer a un club al que tú mismo perteneces.

05 julio 2006

El cansancio también alcanza a los intrépidos (Divagación)

El cansancio también alcanza a los intrépidos. No perdona, asalta a los caminantes desprevenidos y se mete tan adentro, tan interior que cuesta desalojarlo.
Contemplo a mi hija tumbada cuan larga es en el sofá. Ha llegado agotada. Finalizado el curso, se ha embarcado en unas prácticas en una empresa. Realiza trabajos distintos, unos agradablemente atractivos, otros rutinarios.
Cuando finaliza las cuatro horas de su jornada, regresa con ese cansancio y esa ansiedad típica de cuando se comienza en un sitio nuevo, distinto.
Quiere contárnoslo todo, con pelos y señales, transmitirnos sus nuevas experiencias, sensaciones. Necesita disminuir la ansiedad, relajarse, recibir las señales de aprobación o reprobación, de alegría, tristeza o indiferencia que emitimos su familia. Y seguir su camino, el camino que nunca acaba uno de andar o desandar.
Me recuerda mis comienzos, aunque los vea tan en la distancia que siento como que fueron otras vidas, lejanas, poco familiares, extrañas que se han quedado en las cunetas de la polvorienta carretera.
En fin, también el cansancio se ha apoderado de mí esta tarde.

04 julio 2006

Ese Sur que alguien dijo que también existe (Guirigay)

Me costaba respirar, la sensación de opresión en las sienes era intensa. Tal vez el humo, el alcohol, la charla inconsistente a trazos, incongruente y enervada en otros momentos concretos, había afectado una vez más mi percepción de las cosas.
La cruda realidad era que las calles y callejuelas me parecían todas idénticas mientras caminaba hacia mi residencia transitoria.
El viento bajaba frío de la Cordillera.
Los cerros transmitían una doble sombra en la ya sombría noche.
Una vez más me aseguré y prometí no volver a beber con tanta intensidad en tabernas desoladas por hacinados desconocidos del ocaso. Sin embrago, como un naufrago de desiertos, como un beduino de los mares del Sur reconozco que me miento una vez más. Sé que las promesas se vuelven vanas y las ilusiones describen un círculo imperceptible hacia la nada cuando la soledad mide sus pasos paralelos a los tuyos.
Siempre la misma letanía rondando mi cabeza pero es que el duro invierno austral tiñe mis antiguos meses de verano boreal con la niebla, el viento y el frío.
Me pregunto qué me hace cambiar tu cálido lecho por estos gélidos suelos empedrados.
Difícil es la respuesta cuando el alma se llena de estepas y jaurías hambrientas de un destino incierto.

Contemplo la caoba de tus ojos, de tu pelo enhebrado de plata (Guirigay)

Contemplo la caoba de tus ojos, de tu pelo enhebrado de plata.
Me preguntaba muchas veces qué era amor y amor es tu mirada, tus silencios. La ternura de tus caricias, el fruncir de tus labios, la palabra alada que alcanza las nubes.
Han pasado los años,
¿Quién lo iba a decir?
Seguimos cerca, juntos, amándonos muchas veces en silencio.
Y lo que podría separarnos nos sigue uniendo.
¡Qué diferentes somos y cuánto nos parecemos!
Tu tranquilidad, mi inquietud. Tu calma, mi tempestad. Tu saber mirar dentro de las cosas, mi impaciencia que me conduce a tanta superficialidad.
Poco a poco aprendo, saboreo la riqueza, la dulzura de los momentos, de las pequeñas cosas.
Voy aprendiendo que amor se escribe con miles de palabras y cientos de silencios.

Entre ninfas y duendes está la tarde arrebolada (Nanocuento)

La tarde se arremolina para despedirse con un poco de suavidad.
Comenzó vigorosa con aspavientos acompañados de granizo y aguacero, cortejada por ruidosos, alborotadores duendes.
La tarde estaba malhumorada, necesitaba descargar su rabia caprichosa.
La siesta le depara sueños mágicos, se siente transportada a un rincón lejano de su intramundo donde la alegría y la pasión se mezclan sin límites.
El despertar le desazona, amarga la felicidad acumulada en cada abrazo de Morfeo, y la barahúnda de miles de duendecillos saltando entre sus sedosos cabellos es como un terremoto en sus sienes.
De ahí su enfado, de allí sus arrebatos y desenfrenos convertidos en meteorológicos cambios.
Pero ya se calma, se calma y tranquiliza su mirada, reposada en el baile de las ninfas que la conducen a los brazos de la noche, tranquila noche de grillos y verano.

03 julio 2006

Pulgas malas, malas pulgas (marchando una de jefes) (Guirigay)

Seguro que no fue Aristóteles en sus estudios de biología y clasificación de los seres vivos el primero que estudió las pulgas y su origen. Además, no le preocuparon tanto las malas pulgas como las pulgas en general, por eso sobre lo que quiero hablar no dejó (en mi escaso conocimiento), nada escrito.
Y es que las malas pulgas abundan mucho más que el resto de las especies de pulgas que existen. En cierta ocasión, alguien (ya no recuerdo quién, por desgracia), me dijo una vez conoció a un jefe bueno. No sé exactamente que quiso decir por conocer. Si se refirió a que fue su jefe o a que simplemente tuvo conocimiento de que una persona que era jefe (o tal vez jefa), se apartaba de la norma.
No me pregunten cual es la norma, podría exagerar y desviarme de la realidad. Uno se hace a un camino y no sabe bien si los demás caminos que se cruzan o van paralelos, tienen las mismas asperezas, parecidas curvas o similares cuestas. Hay algunos detalles que parecen adaptarse como una segunda piel a muchos de los jefecillos de la estirpe hispana. Detalles asimilados rápidamente por muchas jefas que en lugar de abrir una brecha diferente en el muro machista, se han adaptado y metamorfoseado en verdaderos machitos.
Entre estos detalles pueden destacar el de rodearse de gente gris que conciba la jerarquía como algo pseudodivino. Gente gris que nunca cuestionan la capacidad (o incapacidad del jefecito de turno), actúan como auténticos pelotas (o lameculos) mientras que enseñan los dientes de sabueso a todos aquellos que osan acercarse o poner en ligero peligro a su líder. Hacen cierto el dicho de “lamen la suela de su amo y muerden la mano de quien les es ajeno”. Saben que es la única forma que tienen de medrar, nunca hicieron otros méritos ni mostraron interés alguno en desarrollarlos. Al estar rodeados de estos gnomitos zalameros, aquellos jefes sin capacidad de liderazgo, sin más meritos que haber subido en la escalera por las ayudas y los padrinazgos, se creen héroes homéricos, Heracles capaces de desarrollar cualquiera de los trabajos asignados por los dioses.
Pero la vida de estos jefecitos (su prototipo es un personajillo con un bigotito casposo que gobernó creyéndose virrey del emperador del mundo), no es un camino de rosas. Hay gente que brilla con luz propia y les provoca momentos de ceguera. Les corroe la envidia ante cualquiera que piense o actúe con criterios propios. Les invade la ira, cabecean como bueyes contra cualquier muro y braman para aterrorizar a sus correveidiles y a sus estómagos agradecidos. Y es así, y no del barro como creía Aristóteles, como nacen, crecen y se multiplican las malas pulgas. Pulgas malas, malas pulgas que salen del interior de las huecas cabezas de muchas personas que lideran hacia la idiocia tantas y tantas empresas (públicas y privadas) a lo largo del lato mundo.

La Siesta, Nueva Zelanda y Australia (vamos, las Antípodas) (Microcuento)

Pocas cosas hay tan placenteras como la siesta.
No me refiero exactamente a la siesta de camisón, gorro y orinal (¡que no está nada mal!). Más bien quiero hablar un poco de esa otra, sí esa más cortita que se caracteriza por un grupito de cabezadas y un cierto estar y no estar en el cotarro que nos rodea.
Debo reconocer que últimamente (los últimos 120 o 130 años, más o menos), soy capaz de dormirme de pie en cualquier esquina y, no digamos nada, cuando estoy sentado o tumbado en algún mullido butacón o sofá: ¡puedo batir records!
Hoy he querido evitar el sopor que me embarga después una comida tardía (por motivos de trabajo eran casi las cuatro cuando he terminado de comer) y me he puesto a pensar en Australia y los koalas, en Nueva Zelanda y los kivis.


Poco llevaba en estos pensamientos faunístico-geográficos cuando he empezado a ver correr ovejas. Primero una, luego otra, ya iban tres cuando ha llegado la cuarta y, sucesivamente, se han ido juntando más y más, hasta que se ha formado un precioso rebaño de blanco algodón.
He caído (profundamente dormido) en la cuenta de que estos dos países son ricos en ganadería ovina.


Lo que son las siestas, ¡cualquiera se libra de ellas!

¡Qué jodida es la vida! (Divagación)

Es jodida la vida.
La vida es jodida.
Cuando todo parece ir con el viento en la popa...
Cuando la sonrisa parece aflorar en todos los labios...
Cuando la esperanza parece teñir cada una de las palabras...
Aparece, sucede, ocurre algo que enturbia las miradas, entristece la existencia...
Tal vez lo dijo Abderraman III, tal vez no, pero la felicidad le acompañó doce días en su vida y ni siquiera fueron seguidos.

Abderraman III
"En el transcurso de su califato, Abd ar-Rahman III no sólo convirtió Córdoba en el centro neurálgico de un nuevo imperio musulmán en Occidente, sino que hizo de ella la principal ciudad de Europa, rivalizando a lo largo de más de un siglo (929-1031) con Bagdad, la capital del califato abasí, en poder, prestigio, esplendor y cultura.
Fue un gran impulsor de la cultura y durante su mandato Córdoba conoció su período de mayor esplendor. El califa omeya embelleció Córdoba, empedró e iluminó las calles, dotó la ciudad de numerosos baños públicos y de cerca de setenta bibliotecas para disfrute de sus más de 350.000 habitantes, fundó una universidad, una escuela de medicina y otra de traductores del griego y del hebreo al árabe, hizo erigir un nuevo alminar en la Gran Mezquita y, en las afueras de la urbe, en las faldas de Sierra Morena, ordenó construir la extraordinaria ciudad palatina de Madinat al-Zahra, de la que hizo su residencia hasta su muerte."

¿Una de sexo?: La virginidad como arma política (Divagación)

La discusión sobre la virginidad es una de las más absurdas que conozco.
Se entronca con una visión totalmente sexista de la vida y con una importante implicación capitalista.
Es pensar que una cosa tan natural como la sexualidad tenga que regirse por cánones mercantiles: a tanto el kilogramo de virginidad (evidentemente femenina).
De la masculina ni se habla
¿Por qué?
Porque es absurdo. Es tan absurdo como si tuviéramos que esperar para realizar cualquier otra función fisiológica hasta hacerlo con la persona con la que se supone que vamos a establecer una relación permanente y bendecida por la iglesia o el estado de turno.
¿Se imaginan tener que esperar para respirar, comer, orinar, defecar, etc. hasta encontrar a la persona -oficialmente- adecuada?
Sólo aquellas personas que consideran que la sexualidad es algo anómalo, artificial, sometido a reglas creadas por legisladores... se dedican a darle vueltas a cosas tan absurdas como "el pecado de haber perdido la virginidad".
¿Merece la pena perder el tiempo y la salud con esas angustias creadas por los que manejan la culturilla judeo-cristiana?
¿La misma que hasta hace bien poco no le concedía el alma a la mujer?
Sinceramente, creo que no.
¡Ama, y, si puedes, sé feliz!

01 julio 2006

La victoria o la derrota ¿No hay nada intermedio que sea grato para todos?: A proposito de la derrota de España en el Mundial de fútbol (Divagación)

La contemplación como observador, mas bien poco apasionado (en este tema concreto) de la derrota futbolera de la selección de España ante la de Francia, fue toda una experiencia, desde luego. Un buen antropólogo habría publicado un interesante trabajo sobre la expresión irracional de los sentimientos, en este caso de la alegría por algo tan poco definible pero gratificante como una victoria en un partido de fútbol.
¿Argumentaría que los partidos de fútbol han reemplazado a las antiguas batallas o guerras entre países?
¿Sería éste un paso en la evolución de nuestra especie?
Me parece que no. O me parecen muchas cosas que no.
Los países llenos de hinchas futboleros no son menos violentos que los que tienen otras preferencias deportivas o pseudodeportivas como el fútbol. Véase si no la guerra de Iraq que todavía deja muertos a diario gracias a la ayuda de la intervención militar de muchos países con gran delirio futbolero (Inglaterra, Italia, Australia, Polonia, Ucrania, Japón…. Y por qué no, Estados Unidos –su selección también ha pasado por el Mundial con parecida suerte a la de nuestro País-).
¿Reemplaza algo el fútbol?
Seguro porque he sentido en mi persona algunos de los efectos de la afición a este “sano y viril” deporte. Está claro que el fútbol desplaza nuestro raciocinio hacia lugar desconocidos de la mente. Conozco y he conocido personas que se transforman en perfectos energúmenos cuando están en un estadio. Se convierte en armas automáticas del insulto desaforado contra los árbitros y los jugadores y seguidores del equipo contrario. Y muchas veces no queda ahí la cosa. Se despierta una necesidad de vaciarse de la violencia que llevamos dentro contra cualquier cosa o persona que está en nuestro perímetro de acción.
Y lo que contemplé el martes en París fue eso, ni más ni menos que una manifestación de catarsis colectiva, una amalgama de personas de diferente extracción social, cultural, política, unidos (o separados, quien sabe) en un festejo. Los Campos Elíseo, la plaza Charles de Gaulle, El Arco del Triunfo, la avenida de la Grande Armée, rebosaban de coches con banderas de Francia, de Argelia, de personas que se subían a los techos de los automóviles, que asaltaban un camión cargado de “peugeots” y brincaban ebrios de alegría (¿y alcohol?), con pequeños brotes de violencia que hacía imposible que los gendarmes (con sus “modales” clásicos) pudieran llegar a todos los lugares. Mtos corriendo por las aceras con tres o más personas sobre ellas (esto es un poco exagerado de mi parte). Imagino que otras calles y avenidas cercanas presentaban parecido aspecto festivo.
Los coros repetían incesantemente el nombre de Zidane: algo así como Zi-Zu. Zi-Zu se repetía continuamente. Era claro quien había sido el héroe homérico de la noche. Un héroe que a diferencia de otros futbolistas me parece un ser humano y no un montaje en plástico barato.
La verdad es que me pareció divertido en aquel momento. Me pareció divertido desde mi irreflexión. Supongo que no les parecería tan divertido a otros españoles, que como a mí, les regalaron en abundancia con gritos y ciertos gestos obscenos para recordarles, recordarnos a todos, el resultado del partido. ¡Se agradece tanta consideración para que estemos informados de la actualidad el momento!
¿Cómo habríamos festejado los españoles la victoria?
¿Recordando la Guerra de la Independencia?
¿Considerando pagadas en parte las tropelías y desafueros que los franceses –perdón, sus gobernantes- han cometido contra nosotros en la historia reciente?
Tengo la sensación de que los "media" y los políticos juegan descaradamente con nuestros bajos instintos.
Aunque recordando a Ismael Serrano: últimamente ando algo perdido.

30 junio 2006

La sangre de las víctimas eleva a los asesinos, les convierte en héroes (Divagación)

Ensalzamos a los criminales a los altares de la fama, les convertimos en héroes y nos sirven de ejemplo para las futuras generaciones.
Uno se enfrenta a la gran galería de los héroes, mira sus caras, reales o imaginadas por sus seguidores, contempla sus manos y ¡qué pocos no las tienen manchadas con la sangre de sus víctimas!
Los que murieron para concederles la fama, murieron de doble forma, asesinados y condenados al ostracismo del olvido.

Aquí estoy porque he venido (Divagación)

¡Pues eso, que estoy de vuelta!
He estado unos días por París. Trabajando. Tanto rollo con lo de los viajeros del otro día y mira, a trabajar. ¡Vaya forma de viajar!
No me voy a quejar porque no tengo motivos. He estado con compañeros de trabajo y también con buenos y viejos amigos. A algunos no les había visto desde hace años y, lo que siempre digo, a la verdadera amistad no consigue hacerle daño la distancia, ni el tiempo, ni la madre de todas las madres de los franceses.
Porque París como ciudad es maravillosa (maravillosa y maravillosamente cara). No me voy a poner en plan guía turístico porque no quiero hacer intrusismo profesional. Además no tengo ni la formación ni la capacidad y me quito, y me quitaré siempre, la boina (o txapela, en versión original de la España profunda) ante la profesionalidad de un buen guía: el arte que despliegan en soportar a tanto burro cargado de letras y euros que perdieron la poca inteligencia emocional en algún rincón de su infancia merece un gran monumento.
No sé por donde iba, pero os aseguro que me toco sufrir el partido de la selección española en plenos Campos Elíseos.
Uno nunca acaba de aprender.
Me he pasado media vida oyendo hablar de la “grandeur française” (¿se escribirá así?, se admiten correcciones, gracias) y allí la contemplé al completo. Supongo que no me equivocaría si dijera lo mismo de haber estado en Canaletas cuando el “Barça” realizó su última “hazaña” de ganar la “Champions” o si caes en medio de la jauría blanca en la Cibeles en alguna de las ocasiones en que han ganado los del “Madrí”.
Y es que parece que los de siempre son muy hábiles en manipularnos a las masas porque ¿Quién no ha caído alguna vez en ese sentimiento que se tiene en medio de una masa humana?
Y me pongo el primero, porque creo que la mayoría somos susceptibles a la política del “pan y circo”.
Bueno, de nuevo, no sé por donde iba.
Lo único que pretendía era saludaros y deciros que ya estoy por aquí, leyendo con avidez los posts que habéis escrito estos días. Y si no molesta poneros algún comentario pequeñito.

24 junio 2006

Los viajes y los viajeros (Guirigay + Divagación)



Los viajes, siempre los viajes. Hay temas que se vuelven monotemas y éste, el de los viajes, es uno que se vuelve un poco repetitivo en este blog. Viajes, siempre viajes. Viajes reales, viajes imaginarios, siempre en movimiento, del cuerpo, de la mente, del alma, de la psique.
¿Dónde está la diferencia?
Tengo que decir en su defensa (en la del blog) no en la mía, que es bastante lógico que hable de viajes porque me gusta muchísimo viajar. Hay ocasiones en que la necesidad del viaje es un impulso interno. Algo te dirige, sientes la pulsión y no te queda más remedio que seguirla. Uno acaba por sentirse como un cazador del Paleolítico que debe seguir las migraciones de sus presas más codiciadas. Tiene que ponerse en marcha y no hay forma de impedirlo. Es así, algo te llama desde el interior o el exterior, tal vez la luna, el sol, los demás astros; tal vez un reloj interno con despertador que suena cuando es el momento ingrávido de comenzar la marcha.
Los viajes están siempre rondando las mentes de muchas personas. A mi me ha tocado ser una de éstas. Ahí está el siguiente viaje agazapado, esperando un descuido tuyo para clavarte sus dientes, parasitarte sin darte la opción y debes obedecer a esta pulsión si quieres seguir sintiéndote vivo.
Seguramente que, ahora que se habla tanto de la Genética, hay unos cuantos genes que uno recibe en herencia y llevan toda la información necesaria para que el cuerpo (y el alma) esté continuamente preparándose para la marcha, para el movimiento, sin que sea posible evadirse de esta sensación, muchas veces incómoda y agobiante. Incomoda tanto para ti como para las personas que te rodean que muchas veces no comprenden bien esta pulsión y creen que continuamente estás huyendo de algo. Aunque tal vez tengan razón, quien sabe.
Volviendo al punto donde estaba, diré que una persona puede tener esa dotación genética viajera y que ésta no se manifieste. Muchos de los genes que tenemos no se expresan y en los casos en que se expresan, imagino que en algunas personas se expresan en mayor medida que en otras.
¿Por qué digo esto?
Sencillamente porque creo que es muy difícil que una persona que tiene esa “marca” viajera estampada en su piel que casi, casi ha adoptado la forma de mochila, bolsa o maleta de viaje, se entere de que lleva la marca. Los impulsos le van y vienen y el racionalismo que puede ser capaz de emplear en otras cosas, aquí se difumina y desaparece. El sentido común se distorsiona y nos hace ver con sentido situaciones, hechos o cosas que otros ven como completos desatinos. Cree, como me pasa a mí, que realmente viaja poco y cuando le comentan que todo el día se pasa de aquí para a allá, pone cara de asombro, como de que la cosa no va con él. Y se lo aseguro, a mí me pasa algo parecido: siempre pienso que hace tanto tiempo que viajé por última vez, pero mis personas queridas me miran como diciendo que nunca acabo de bajar de las nubes, como me están mirando ahora cuando les digo de nuevo que mañana parto hacia un nuevo viaje. El viajero solitario, el viajero tribal, el viajero, sencillamente.
¿Me comprenden?
Pues menos mal, porque me empezaba a sentir un poco raro.


21 junio 2006

De la Suerte y los “suertudos” que están rodeados de mujeres sensibles (divagación)

Hay pocas cosas (si es que hay alguna) que me parecen más valiosas que la amistad y el amor que recibo de las personas con las que comparto la vida. La vida familiar, la relacional y, casi podría decir, la profesional, me gratifican con un importante aporte de energía positiva.
Me quedo pensando muchas veces (casi podría decir soñando despierto) en qué es realmente lo que veo, oigo, huelo y siento, también podría decir que casi lo mismo que muchas de las personas que viven y trabajan en los mismos lugares por los que transcurro.
Y no es una sociedad idílica, más bien está impregnada por altas dosis de soberbia, violencia y cobardía, como otras muchas, demasiadas, sociedades en este mundo. Sin embargo, la diferencia está en ese pequeño micro-mundo personal del que formo parte.
La divergencia, la preciosa diferencia, está en que hay una enorme proporción de sensibilidad femenina en el entorno, y ese matiz cambia completamente todo. Lo llena de luz, de sol, de lágrimas, de ternura, de claroscuros, de un degradado de colores. Se nota que las corrientes neuronales llevan otra dinámica, las terminaciones sensitivas y sensoriales abundan, la dulzura ayuda a superar o sobrellevar la mayoría de las desgracias y algunas de las tragedias que van jalonando los días, que se llenan de palabras de ánimo y de lucha. Además las alegrías son reales, con abundancia de sonrisas y lágrimas, con abrazos y caricias, de ojos brillantes.
Cuando se sale de una educación totalmente machista, basada en una dictadura de los valores más rancios del conservadurismo social, militar y religioso, siempre se hace con torpeza y cuesta tiempo, muchos años, salir de ese caparazón defensivo del que nos rodeamos para intentar no ver el absurdo. Por eso, me alegra por mí y me da mucha pena por muchos de esos varones que no saben por donde les da el aire y siguen repitiendo hasta la saciedad comportamientos y modelos totalmente sexistas, de desprecio por aquellos seres humanos que les podrían convertir en personas reales y no en meros arquetipos vacuos.
De ahí la suerte, lo “suertudos” que somos los hombres que tenemos la dicha de estar rodeados de mujeres sensibles porque ellas nos hacen ver el mundo real en el que las jerarquías establecidas muestran su fatuidad y su falta de base intelectual y biológica.

19 junio 2006

De los ángeles, el ser humano y la suavidad de la madre Tierra (Divagación + Guirigay)

Dulces amigas (y amigos) de la red que nos envuelve en su tela de araña,
Lo importante no es si existen o dejan de existir los ángeles.
Lo verdaderamente valioso son todas aquellas buenas vibraciones que nos puedan provocar los pensamientos que nos evocan estos seres de luz. Las pulsiones por volar hacia ese mundo mágico donde las cosas cotidianas se difuminan y nos abren otros horizontes novedosos y nos permiten tener la esperanza de que esta travesía del desierto diario nos conducirá hasta el idílico oasis donde se saciará nuestra infinita sed de conocimiento.
Me considero una persona plenamente anclada en la materia, enraizada en la tierra y el agua. Pero es este materialismo idealista el que también me conduce a gozar con la ilusión, con todas las ilusiones que ha fabricado la mente humana a través de los siglos, de las milenarias culturas, de las filosofías que teniendo como centro al hombre, o a dios, o a los múltiples dioses, han aportado un pequeño grano de esperanza, un ínfimo átomo energía o de fuerza, para soportar la carga que cada uno debemos transportar sobre nuestras sudadas espaldas.
Porque se creen aquellos que tienen fe ciega en esta o aquella religión (y les tengo el mayor de los respetos que se puede tener a cualquier persona) que no se pueden tener otros motores que nos impelan hacia el futuro. La creencia en el ser humano también es una potente fuente de energía. La capacidad de avanzar, de creer en que todos podamos vivir de una manera más digna, más fraternal, más libre, es una fuerza tan intensa como muchas de las “fes” religiosas.
Por eso me gusta esa sabrosa contradicción de ser materialista en esencia y puro idealismo y fantasía, en conciencia.
A mi me gusta pensar en ángeles, arcángeles, querubines, serafines, hadas, elfos, meigas, bruxas, lamiak, sorginak, sombras, luces, … y sé que mientras existan en el pensamiento, aunque sea en el mío en lo que le reste aún de existencia, será la confirmación de que se mantienen vivos en el legado humano, en la vida real de las ideas y los sueños.
“El sueño de la razón produce monstruos”, decía Goya, pero también produce maravillosas esencias.

A propósito del post de Marta (Catártico)

Me ha encantado el post de hoy de Marta (“Se acabó la Feria”). Os lo recomiendo. Le he dejado un comentario que me ha surgido al leerlo. Viene a continuación.
¿Y qué hay del olor, casi sabor, a libro recién comprado?
Recién impreso, esperando tu atenta visita.
Esas tintas que parecen provocar (tal vez lo provoquen de verdad, cualquiera sabe) una especie de viaje psicodélico a través de los párrafos, las líneas, las palabras...
¡Qué bonitas son las palabras, escritas, susurradas, declamadas...!
Con los autores me pasa un poco lo contrario.
De adolescente idolatraba a varios, ahora después de tener una pequeña idea de cómo son algunos de ellos, prefiero quedarme con la genialidad de su escritura y olvidarme un poco del ser humano que escribe.
¡Al menos me quedan los escritores de hacen más de un siglo!
¡Siempre me ayuda el beneficio de la duda de si eran o no cómo les biografían!

17 junio 2006

El sexo de los ángeles (Microcuento)

La vida nos da trabajos de todos los colores y de muchos sabores.
Recuerdo uno que realicé de estudiante. Consistía en mantener cuidados a los ratones de un laboratorio. Sí, a esos ratoncitos blancos que parecen tan amables y bonitos para los niños. Había que limpiar bien las jaulas, tenerles con abundante comida y bebida (ad libitum).
Los ratones no son homogéneos, los hay hembras y los hay machos.
¿Curioso verdad?
Y cuando en la misma jaula conviven ambos sexos, la naturaleza se llena de embarazos. Con el nacimiento de los nuevos ratoncillos es indispensable hacer una buena selección según el sexo. Separarlos como buen cura censor franquista.
Las ratoncillas lactantes a una jaula. Los ratoncillos a otra.
La labor no es nada sencilla. Los genitales no están bien diferenciados a estas tempranas edades y a la caótica naturaleza, ayudada por el inexperto “sexador” aficionado, le gustaba jugar regalándonos bonitos embarazos en la jaula sólo para hembras.
Comprendí que hay cosas tan difíciles en la tierra, o casi, como saber cual es el sexo de los ángeles.

Ángeles

La docena del fraile (Picocuento)


Siempre me decía lo mismo. Su intención debía ser buena, mi comprensión escasa.
- Siempre empleo la “docena del fraile”; cuando tengo que dar doy once, a la hora de recibir deben ser trece. Es la forma de medrar.
- ¿Os es que hay alguna otra manera de enriquecerse?

De la calidez de la primavera en el cuerpo (Nanocuento)

La rugosa textura de tu superficie acaricia mi vientre. Siento cada poro, cada grano, cada irregularidad que te hace distinta.
La calidez de la mañana se refleja en ti, inmóvil, acariciada por la brisa y los rayos de ese distante y distinto sol.
Me siento bien, con extraña alegría, extendido todo mi cuerpo sobre el tuyo, notando, calculando, alternado la temperatura interior en armónica relación con el aire y contigo, mientras observo con ansia golosa su vuelo cada vez más cercano.
No hubo suerte. Se ha ido.
Esta vez no hubo éxito.
Sin desconsuelo, con la paciencia adquirida con la primavera, salto ligero en la verdosa turbidez del agua, mientras siento la fuerza de mis músculos avanzando en su seno.


15 junio 2006

Los renglones torcidos (Recuerdo)


A una tierna edad estuve dos años en la clase denominada de párvulos (“parvulitos” en aquel momento). El primer año lo pasé aprendiendo (¿?) en un colegio de monjas, eso sí, los niños en un aula y las niñas en otra.
Aprendí que Dios (el suyo al menos) escribe recto con renglones torcidos.
Aprendí también, a base de reglazos en las yemas de los dedos y capones suculentos, que este don sólo lo tiene Dios y a Él sólo se le está permitido escribir torcido.
Mis renglones torcidos, con palabras llenas de faltas de ortografía, no eran una escritura recta.
También durante este año se reafirmó algo en mí que ya sabía: que yo no era Dios ni ningún pariente cercano de Él.
Además comprendí que, si por ellas (las monjas) fuera, al hijo de Dios (Jesucristo) le mantendrían crucificado para que no escribiera tan mal como lo hacía yo.

Bruma y calor (divagación)

Lleva la mañana sus minutos de luz intentando atravesar la tenue bruma.
Se adivinan a lo lejos la torre de la iglesia parroquial y las evanescentes siluetas de los árboles del parque cercano.
Las campanadas de la siete sonaron rotundas hace bien poco acompañadas del temblor de un motor que peleaba con una cuesta pronunciada.
¿Serán hechos premonitorios de un nuevo día de calor?
Seguro que no, que son meras conexiones que mi mente quiere realizar porque se le antoja.

14 junio 2006

El perro de su amo (Divagación)

¡Qué fácilmente olvidamos el dolor recibido cuando cambian las tornas!
Ayer nos pisaban, nos relegaban, nos insultaban.
Hoy hemos subido un peldaño en esa artificial escala social, estamos más cerca del poder o nos hemos integrado en él.
Ahora somos el perro que lame la suela del zapato de su amo y muerde la débil carne de los que están por debajo de nosotros.
¿Algún día se convertirán en perros, los hoy mordidos por nosotros, y morderán a los que fueron antes sus iguales?

Mi nombre en el viento (Catártico + Guirigay)

La vuelta del camino te depara sorpresas.
Hace ya bastantes días escribí sobre un blog (Jodío diario Marziano) de un conocido, un amigo, que hacía tiempo que no veía.
Casualmente, me encontré con él poco después y me he vuelto a topar con su curiosa e indagadora narizota hace bien poco.
Me sorprendió uno de sus comentarios. Me vino a decir que había comenzado escribiendo su blog por dos razones concretas que me parecieron contrapuestas, por no decir, contradictorias.
Una de las razones era la de poder escribir en el más absoluto anonimato.
La otra que escribir le servía de terapia, como esos posts a los que bautizo con la etiqueta de catárticos en mi blog, que son purificadores de partes oscuras de mi alma.
La conversación se estaba tornando interesante, mezclando filosofía de barra con conceptos de terapia psicológica y matices sexológicos. Me empezó a contar sobre sus últimos amores y desamores, desbarrando ligeramente sobre el fútbol y los líos laborales.
Repentinamente, cambió el hilo de la conversación y, sin esperármelo, me espetó que gracias a uno des mis posts se había acabado su anonimato y que había decidido no seguir escribiendo o por lo menos, no hacerlo durante una larga temporada.
Era evidente que me tocaba cargar la cruz de su desaparición de la red, de la línea de luz y de sombra, del fantástico rayo verde cibernético.
He pensado bastante sobre el tema. Unos días me embargaba la idea de dejar de escribir por sentirme un poco culpable. Otros no comprendía muy bien por qué tenía que ser mía la culpa. De hecho, no mencioné para nada su nombre, ni tampoco di demasiadas pistas sobre su físico, su psique, su mente, lugar de vivienda o trabajo.
Definitivamente, tan eterna como dura un día de fiesta, creo que he tomado la decisión correcta: no hacer nada de nada. Bueno, algo sí, decir mi nombre. Mi nombre está en el viento. Si te acercas un poquito, te lo digo al oído, muy bajito, para que no lo oiga nadie más.
Me llamo Guillermo.

De lo irracional y el camino vital (Guirigay)

Hay cosas que uno puede sentir o ser incapaz de evitar aunque sepa que son irracionales.
Es así, lamentablemente. Sin embargo, muchas cosas se aprenden, y otras muchas se pueden interiorizar y volver a ver a la luz de la lógica, de la razón.
El camino es duro y requiere esfuerzo.
La mayoría no salimos ni acabamos conscientemente ese camino.
¿Pero hay alguna cosa que deseemos y que no requiera esfuerzo, sufrimiento o dolor?
Cuando la irracionalidad se adueña de nosotros, cuando los temores inexplicables nos acorralan, cuando creemos que determinados rituales nos evitarán este o aquel mal, ya estamos viviéndolo, sufriéndolo de una manera anticipada.
Sin poder evitarlo caemos en lo mismo que pretendemos evitar con esas creencias insostenibles por el sentido común.

Buenos Aires cargado de nostalgia (Guirigay)


Buenos Aires cargado de nostalgia.
Por desgracia, he paseado pocas veces por tus calles. Me perdí en Corrientes y Palermo. Rocé la madera de los viejos vagones mientras recorría tu interior.
He visto aún menos veces el Río de la Plata, lamiendo tus mejillas cargadas de lágrimas... pero en esas pocas ocasiones me trajo el viento bellos recuerdos de mi tierra. De una tierra fuera del tiempo y del espacio.
De la ilusión de una sonrisa en medio de la bruma, de la llovizna barriendo Puerto Madero, la Costanera... Las ilusiones en el horizonte y la nostalgia, siempre dura y amiga, barnizando la piel.
Buenos Aires creó en mi mente una puerta entre mundos, espacios y personas.Una puerta maravillosa.

La higuera y el tamarindo (Guirigay)

La higuera y el tamarindo.
El tamarindo y la playa bajo el acantilado.
La bruma espesa mis ideas mientras observo los cinco destellos en la lejanía marina. Cinco destellos cual cinco ciclópeos ojos de luz artificial.
Gigantes modernos, gigantes molinos de viento sobre un inmenso pedestal de hormigón aguardando al desdichado quijote cabalgando en la cubierta, a proa, de su intrépido velero.
La bruma espesa mi mente mientras espero su llegada, tu llegada, siempre placentera llegada.
Reposo lejos, a cubierto, mientras contemplo el verdor de tus hojas y las comparo, ¡Oh higuera!, con esa especie de cintas verdes que cuelgan de los brazos del tamarindo.
¡Tamarindo, que fuertemente aguantas el embate del viento!
Te pliegas pero resistes, te pliegas junto a la higuera, cabizbajo, meditando, esperando que la presión afloje y tus ramas se llenen de flor.
La primavera que sigue a ese duro, frío y lluvioso invierno te llena de compañía. Surgen las voces, los gritos infantiles, las marcas fluviales de los perros.
Y esperas que lleguen el solsticio vernal y las hogueras que harán de día a la noche más corta de este y de tantos otros años venideros.

13 junio 2006

Martes y Trece: Un buen par de humoristas (Catártico)

No creáis que he desaparecido, que me he desintegrado (¡aunque con este calor, cualquiera sabe que puede pasar!).
Simplemente: Los últimos días entre el trabajo y los viajes he estado un poco desbordado.
Lo que pasa es que la coincidencia de esta fecha y la creencia de algunos de vosotros de que soy muy supersticioso, me ha hecho salir de la madriguera y dar señales de vida.
Aquí estoy, de visita breve, para que los que pensaron que hoy no iba a salir de la cama, sepan que sí he salido.
Ya sé que tú concretamente estás pensando que puedo estar encerrado en casa, tapado bajo las mantas (¡te aseguro que esto fijo que no porque hace mucho calor!), escribiendo este “postito” con el portátil aprovechando el “wifi” y la tarifa plana (¿encefalograma plano?).
¡Pues no!
Aprovecho para saludar a todos los supersticiosos, enviarles un fuerte abrazo y mis mejores deseos y recordarles lo que decía un famoso ¿?:
“Ser supersticioso trae mala suerte”

08 junio 2006

El día después de... (Divagación)

Bueno, como he tenido un día ajetreadillo y me he colgado bastante del teléfono (por la boca muere el pez), casi no había podido mirar los blogs de mis amigos de la Red. Por eso, esta tarde, después de estudiar Lengua con mi hijo pequeño y también aprovechando un par de pausas mientras hacíamos sintaxis (cada día sé menos), me he dado una vuelta por sus maravillosas páginas electrónicas.
¡Vaya lo que se esmeran mis blogueros preferidos!
¡Qué envidia!
Y yo aquí sin ideas que llevarme al teclado. No si me estará entrando la pájara y tendré que tomarme un descanso de unos cuantos meses como siga en este plan.
Pues este post iba del “día después de…” porque ayer con tanta bestia casi no me dio tiempo a disfrutar con los cumpleaños de dos amigas (felicidades de nuevo por si os asomáis por aquí) ni con la vuelta al ruedo cibernético de Pepetxu (me avisó Marta que estaba cansada de mis lloriqueos). Esta vuelta ha sido agraciada con un post que merece la pena visitar (“Erase una vez”). Me han dado ganas de sustraerle las fotos y hacer una encuesta sobre cual de los personajes que aparecen merecía mayor puntuación en el concurso de la “bestia”. Después me he arrepentido porque no se debe jugar con algunas cosas que haberlas "hailas".
Hablando de Marta y como le debía unas cuantas visitas, me he acercado a su página (“Recién casada y más cosas…”) y me he leído sus últimos posts. El que abre nueva sección “Personas de mi vida” me ha impresionado. He querido escribir un comentario pero no he podido, cosas de la ciencia. He acudido a mis viejos trucos de estudiante negado y he ido a otro post con menos comentarios donde he colgado el siguiente comentario:
“Mira por dónde quería hacer un comentario sobre tu post de Ángela y no he podido. Tal vez estaba saturado de comentarios y me han censurado los de La Coctelera. Quería decirte que hay nombres que están puestos tan bien que uno duda si no habrá una mano que selecciona esas cosas y luego nos tenemos que aferrar y atener a las consecuencias. Me ha gustado como has reflejado las virtudes de Ángela, su retrato personal en pocas frases que nos han hecho (me han hecho) casi conocerla en persona. Y la verdad es que hay vidas que son todo un empujón de ánimo y nos hacen replantearnos si realmente están justificadas nuestras quejas cotidianas. Me va a encantar esta sección de tu blog. Sigue así, ánimo.
Como recompensa a no poder escribir un comentario en el otro post, me he leído de nuevo la encuesta que contestas. Soy poco o nada amigo de contestar encuestas personales pero la curiosidad me puede y no puedo dejar de husmear en estas cosas. Lo siento porque soy totalmente incoherente al respecto: no debería fisgar en lo que para mí repruebo. De todas formas me ha gustado conocer un poco más de ti, de tu vida de relación y como afrontas algunas de las dificultades que surgen.
Un abrazo”
Casualmente quería haberle dicho que en mi santa casa a los chicos cuando pasan por esa etapa que se denomina adolescencia, les decimos que están en la “asnolescencia” porque tanto ellos como nosotros nos comportamos peor que los difamados asnos.
Pobres hijos y pobres asnos que tienen que soportar a personas sin el título oficial de padres que están obligados por naturaleza y sentimientos a ser padres.
Un consejo no pedido: “sed padres con vuestros hijos pero no os metáis a ser maestros, amigos o consejeros, os evitareis muchas meteduras de pata”. Por favor, olvidadlo porque nadie escarmienta en cabeza ajena.
Después me he dado una pasadita por el “Diario de una lectora”. Este blog siempre me enseña algo nuevo, evoca recuerdos o me sugiere ideas. Os animo a visitarlo. Los últimos post son realmente interesantes. ¿Os acordáis del cuento de la gallina de los huevos de oro? Aquí hay una interpretación atractiva de veras.
Las fotos y los comentarios de “La nada como herramienta” son objeto de culto. Merece la pena reflexionar sobre ellos. Esta vez 3 se mete con el tema de las herramientas: “Elegimos herramienta en una ocasión...
arreglamos...
pero no sabes prescindir de ella
y usar la adecuada en la siguiente ocasión.
Infinidad de utensilios dispuestos para ser usados y sólo vamos con el destornillador que usamos con aquel cochecito.”
Así somos, tozudos, simples y complejos, todo en la misma vasija.
Y para finalizar, me gustaría como no, mencionar a “La fulana”, blog ¿divulgativo? Con contenidos políticamente incorrectos. Su último post se me quedo grabado en el corazón y eso que solo entendí una tercera parte de lo que leí. Ya ven, problemas con la riqueza del lenguaje castellano. Y eso que me creía un poquito más leído que la media: Una buena cura de humildad.
Que me perdonen el resto de los amigos porque esta vez no les comento. Sin embargo sus aportaciones me encantan.
No nos dejen que La Coctelera se calienta demasiado con las ausencias.
No sé pero creo que se me ha ido un poco la tecla y este post ha quedado muy largo.

06 junio 2006

6 de junio de 2006: el día de la Bestia (Divagación II)

Me quedaba en el post anterior con la pregunta
¿Tendrán razón? (los agoreros)
Mi opinión (me considero racionalista sensiblero) es que sí, que tienen razón.
Me baso en lo siguiente: para miles de personas hoy, mañana, ayer, y cualquier día de los que queden por venir (y deseo que sean muchos), es el fin del mundo. Porque el mundo se extingue cada día para miles de personas.
Y se acabó la película.
Y me duele, me duele porque sólo algunas de esas personas acaban su mundo de una forma lógica, finalizando una etapa en su ciclo vital, según sean sus creencias seguirán en otros ciclos o no (ahí no me meto porque soy muy respetuosos con las creencias ajenas) y eso es bueno. Pero, repito, esas personas son pocas y la mayoría de las personas que mueren a diario lo hacen de una manera injusta.
Muchos mueren de hambre, otros de enfermedades que se pueden evitar, otras de accidentes, muchas a causa de las mil y una guerras que están mal repartidas por este planeta (de muchas no nos enteremos porque no interesa que se sepa de que va el asunto).
La mayoría de las veces que uno quiere ser consciente se da cuenta de que la verdadera Bestia somos los seres humanos, unos mucho más que otros. Pero hasta esas bestias que detentan el poder y hacen lógico que se malgaste la riqueza de toda la humanidad en armas, en construcciones faraónicas absurdas, en el bienestar (¿real?) de unos pocos, cimentado en la desgracia de la mayoría, están en ese lugar de toma de decisiones porque bestias más pequeñas (la mayoría de nosotros) lo consentimos.

6 de junio de 2006: el día de la Bestia (Divagación: I)

Hoy parece que es un día propicio para publicistas y agoreros.
Los primeros, que andan escasos de ideas últimamente, se agarran a lo que pueden. Sólo es necesario ponerse un ratito delante del televisor, o escuchar la radio en el coche, o mirar, sí mirar, un periódico (algún desfasado que todavía lee letra impresa en papel tratado con cloro: “mizmamente llo zin ir maz lejoz”) y… tacháaaaan….
¿Dónde están las ideas que alguna vez “brillaron” en sus cerebros?
Es alucinante, sí alucinante, no encuentras ninguna idea nueva ni aunque la busques con un lupa (perdón, microscopio) de 1.200 aumentos. La verdad es que podían irse de sabático al Sahel o Zinbawe para darse cuenta de la vida real. Verían lo que duran sus geniales anuncios en la vida de a pie del siglo XXI fuera de la ¿civilización occidental?
Han llegado a tal escasez de ideas que aquellos relacionados con la industria cinematográfica se han puesto a remolque de la moda “remake” (moda basada en que no hay nada nuevo bajo el sol –ya lo dijo Salomón-) y nos atizan en los cines con una publicidad gore-retro-llamikemekuenta resucitando una película de los años de Franco sobre el Maligno, la Bestia y el Fin del Mundo (todo con mayúsculas).
Y en esta que llegan los agoreros. Digna profesión, la de agorero, entre todas las santísimas profesiones que sobre la faz del planeta se desarrollan.
Nos hablan del fin del mundo, de la conjunción de planetas, de las cifras que coinciden formando el número de la bestia…
¿Tendrán razón?

03 junio 2006

Imagine, Lennon, el Che y el poder insaciable (Divagación)

Hay canciones que oímos en muchos lugares de una forma autómata, sin prestar casi atención. Son canciones que muchas veces ligamos a la publicidad en la televisión o la radio. Sin embargo, estas canciones pueden haber sido parte indispensable de la vida de muchas personas.
Escucharlas nos retrotraen a otros momentos, a otras vidas, a sentimientos plurales, de amor o desamor, de amistad y odio, de lejanía o proximidad, de plenitud y vacuidad, de soledad o compañía.
Muchas de estas canciones han sido adulteradas, como lo ha sido también la famosa fotografía del Che tomada por Korda, hasta la saciedad.



Adulteradas por aquellos que, en el pasado, en el momento de su aparición, se sintieron amenazados, insultados por éstas. Así es el poder eterno, imperturbable, que absorbe, integra y… desintegra todo aquello que en algún momento fue contestación, revolución o vanguardia.

Quede entre estos mensajes el de “Imagine” de John Lennon.

Y que los sueños se cumplan.

¡Buenas noches y buena suerte!



Imagine there's no Heaven
It's easy if you try
No hell below us
Above us only sky

Imagine all the people
Living for today
Imagine there's no countries
It isn't hard to do
Nothing to kill or die for
And no religion too
Imagine all the people
Living life in peace

You may say that I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the world will be as one

Imagine no possessions
I wonder if you can
No need for greed or hunger
A brotherhood of man
Imagine all the people
Sharing all the world

You may say that I'm a dreamer
But I'm not the only one
I hope someday you'll join us
And the World will live as one

Autorretrete (Divagación)

Es difícil definirse, delinearse, describirse, hacer una especie de autorretrato. Si es poco menos que imposible hacer una descripción de nuestro aspecto físico, todavía lo es más intentar expresar las miles de corrientes internas que pueden recorrer nuestra personalidad.
Una fotografía puede paralizar nuestra imagen en un instante, estabilizar los rasgos un segundo, pero tanto los que la vean como nosotros mismos al contemplarla, verán, veremos una fugaz pincelada de nosotros mismos. Una pincelada de un instante concreto, de una mueca teatral hacia la vida que nos rodea, una actuación de cara a la galería.
¿Cómo sería una representación gráfica de nuestro interior?
¿Sería nada más que una mueca, una actuación fulgurante que se desintegra tan pronto se crea?
Seguro.
Muchas veces nos encontramos con noticias, artículos, comentarios sobre el conocimiento mayor del cerebro humano. Se especula con la posibilidad, casi de ciencia-ficción, de poder filmar, grabar, fotografiar el pensamiento humano.
¿Cómo será éste?
Desde luego que no será uno, aunque cada uno de los pensamientos será en esencia único, irrepetible en su misma esencia, tal vez sí en su contenido.
Casi, pensándolo mejor prefiero que esta especulativa posibilidad quede en eso en mera especulación científica. Me gusta la intimidad del pensamiento, último reducto de la libertad humana.
¿Qué haríamos si también el poder, político o económico, de turno pudiera inmiscuirse en lo más íntimo de nosotros, de nuestro último santuario, todavía ajeno al bombardeo continuo del exterior?
Prefiero recrearme en la creencia, tal vez pueril, de que no será posible en un futuro próximo. Retirarme a ese cuarto espiritual que es el alma.

Para finalizar, dos trazos lingüísticos:

Auto-
(Del gr. αúτο-).
1. elem. compos. Significa 'propio' o 'por uno mismo'. Autosugestión, autobiografía, automóvil.

Retrete
(Del prov. o cat. retret).
1. m. Aposento dotado de las instalaciones necesarias para orinar y evacuar el vientre.
2. m. Estas instalaciones.
3. m. desus. Cuarto pequeño en la casa o habitación, destinado para retirarse.
(Real Academia Española)